El anuncio de Volkswagen de instalar su gigafactoría de baterías eléctricas en la Comunitat Valenciana en los terrenos de Parc de Sagunt II es una noticia muy positiva para nuestra economía, tanto por la generación de puestos de trabajo como por el refuerzo de nuestro territorio como un polo logístico e industrial de primer nivel. La decisión pone de manifiesto la enorme capacidad y ventajas que ofrece la Comunitat para las inversiones empresariales, especialmente en el sector automovilístico, agroalimentario, cerámico o tecnológico, entre otros. En la consolidación de este atractivo para inversión, nuestros puertos juegan un papel clave. Son piezas que ponen en valor los espacios logísticos que tenemos, tanto de suelo industrial como de unas infraestructuras y conexiones altamente competitivas, que serán ya imbatibles cuando se ejecute el corredor mediterráneo y la ampliación del Puerto de Valencia. Son instrumentos impulsores de la innovación y el conocimiento en contacto directo con las empresas. Más allá de ser una plataforma para las mercancías de toda España, son también un laboratorio de ideas que se traducen en innovación.

Los puertos son fundamentales para mantener el crecimiento de nuestras exportaciones y la creación de puestos de trabajo cualificados, ante un futuro marcado por la concentración de los operadores logísticos, el tamaño de los buques y la urgencia de adaptarnos a este escenario.

La actividad económica requiere de una fuerte movilidad de flujos de personas y mercancías. La logística cumple a doble función de ser una actividad generadora de un importante número de empleos de calidad y, a su vez, establece los circuitos lineales, nodales y de gestión que hacen a nuestro comercio exterior más competitivo. El coste de oportunidad de no tener la conectividad actual, no sólo afectaría a la competitividad, sino que incrementaría los costes logísticos para las empresas exportadoras.

Nuestros puertos con una ubicación privilegiada, competitivos y líderes en sostenibilidad y tecnologías como el blockchain, que junto a las redes de Universidades -públicas y privadas- institutos tecnológicos, parques científicos, clústeres empresariales y un clima y territorio privilegiado, nos hacen tremendamente atractivos para la inversión. Pero no puedo dejar de recordar que debemos de seguir trabajando en las inversiones necesarias para la ejecución del Corredor Mediterráneo y el corredor cántabro-mediterráneo, así como en la ampliación norte del puerto, la construcción de plataformas logísticas y conexiones portuarias intermodales viarias y ferroviarias. Sin olvidar la necesidad de agilizar los trámites administrativos reduciendo drásticamente la burocracia, y en especial los plazos para ser capaces de atraer nuevos proyectos que dinamicen nuestro territorio.