Cada vez se hace más evidente que nuestras sociedades van asumiendo como propios los objetivos de sostenibilidad, de forma más acusada aún tras la invasión de Ucrania, que ha puesto sobre el tapete la necesidad acuciante de administrar adecuadamente los recursos energéticos. Diferentes encuestas muestran que los ciudadanos están mayoritariamente dispuestos a desempeñar un papel activo en este proceso y a hacerlo de la forma probablemente más sencilla: orientando sus decisiones de compra a productos más sostenibles.

La estrategia empresarial por la sostenibilidad, dirigida normalmente a cumplir los objetivos en materia ambiental, social y de gobierno corporativo (ASG), tiene que dar respuesta también a la demanda real de los clientes por productos más sostenibles. Recientemente hemos conocido un ejemplo relevante.

Como empresa responsable, comprometida y muy enfocada al cliente, El Corte Inglés ha incrementado notablemente su oferta de productos sostenibles y, se ha fijado el reto de aumentar al menos un 5% su oferta sostenible cada año hasta 2025. La compañía de grandes almacenes ha cumplido con creces este objetivo durante el ejercicio 2021, al incrementar en más de un 9% con respecto al ejercicio anterior su propuesta comercial de productos sostenibles. En total, El Corte Inglés disponía a cierre del ejercicio 2021 de más de 122.000 referencias sostenibles a la venta, tanto de marcas propias como externas.

Para las empresas, la sostenibilidad se ha convertido en una eficaz palanca impulsora de la comunicación interna y externa, pues la preocupación por el medio ambiente, el cambio climático, la descarbonización, la movilidad sostenible, la economía circular, las energías renovables, las buenas prácticas sociales o la propia permanencia en el tiempo de las empresas abarca a toda la sociedad. La norma número 1 es evitar siempre el ‘greenwashing’ que, como un bumerán, inevitablemente devolverá a la empresa sin escrúpulos el golpe de una supuesta iniciativa sostenible sin base real.

Superada esta tentación, más extendida de lo que parece, una apuesta seria y decidida por la sostenibilidad impactará en todos los grupos de interés de la empresa, empezando por clientes y empleados para seguir por los proveedores, entorno social e instituciones. Permitirá también una conexión más estrecha con el cliente, que verá reforzada su confianza en la empresa, y fomentará el sentimiento de pertenencia del empleado, que hará suya la estrategia de sostenibilidad de la empresa y pasará a ser su principal embajador.

Permítaseme otro ejemplo de una empresa en cuyo departamento de Comunicación trabajo desde hace 16 años. Uno de los proyectos más relevantes que está desarrollando El Corte Inglés en esta materia es el de Residuo Cero que está implantando en todos sus establecimientos comerciales. En la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia todos los centros y plataformas logísticas de El Corte Inglés, que hace justo un año obtuvieron el certificado AENOR de Residuo Cero, han renovado este pasado mes de julio dicha certificación que reconoce el trabajo para el impulso de la economía circular, la reutilización y el reciclaje.

Residuo Cero es un ejemplo más con el que El Corte Inglés se suma a la Agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Descubrir nuevos recursos en lo que antes se consideraban residuos significa contribuir a un modelo de economía más responsable con las personas y con el planeta: una economía circular en la que todo es aprovechado para un nuevo proceso.

Con todo ello, El Corte Inglés se ha posicionado como una empresa de distribución de referencia en la gestión de residuos. La actividad desarrollada por la compañía genera más de 50 fracciones diferentes de residuos, que se segregan correctamente para su valorización, con el fin de lograr el reaprovechamiento de un 95%. En doce meses se han revalorizado 9.132 toneladas en la Comunitat Valenciana, de las que 2.409 corresponden a Alicante, 478 a Castellón y el resto a Valencia. En la Región de Murcia se evitó lanzar al vertedero 2.665 toneladas de residuos en el mismo período.

Además, casi medio centenar de ONG’s de la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia son beneficiarias de las mermas de alimentos en unos casos y la recuperación de textiles, muebles, juguetes o electrodomésticos, en otros. Cáritas, los Bancos de Alimentos del Segura, de Alicante, Valencia y Castellón, y Remar, entre otros, son beneficiarios de estos productos. Además, la fruta y la verdura no apta para consumo humano, pero sí para consumo animal se destina a los animales de Rio safari Elche, Bioparc Valencia y Terra Natura Murcia.

Comunicar sus estrategias de sostenibilidad es todo un reto para las empresas, que encontrarán sólidos argumentos en iniciativas como estas, tanto al dirigirse a sus públicos internos como externos.