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Fútbol i Pilota

Va de Gol rememora la historia de futbolistas pelotaris

El mítico Rovellet contaba que Amadeo y Asensi eran habituales del Trinquet de Pelayo

Exjugadores del Valencia CF y pelotaris, en Pelayo. levante-emv

Marinet era un centrocampista del Valencia de antes de la incivil contienda que acabó siendo presidente de la Federación Valenciana de Pelota. Quiso el hombre regularizar un torneo federativo con todos profesionales. Organizó una liga que se jugó como se jugó, con buena parte del calendario por cumplir y en la que finalmente se proclamó campeona la pareja de Carlet del Roig y el Patet. Lo mejor de José Marín fue su empeño por dejar constancia gráfica de sus apariciones en calles y trinquetes y ese legado gráfico, todo un tesoro, se lo debemos a él.

Tuvo la pelota otro presidente procedente del fútbol.

Nada más y nada menos que el proclamado mejor jugador del Mundial de Italia: Jacinto Quincoces, que fue entrenador de un Valencia campeón y al que hay que agradecerle que se preocupara de exigir la presencia de equipos juveniles en el torneo de profesionales. Benissa hubo de buscar a un chaval recomendado por Canana: Paco Cabanes El Genovés. Buen legado de una gloria del deporte que nos dejó la mayor gloria del Joc de Pilota.

En cuanto a jugadores, contaba el Rovellet en el acto de la Fundación del pasado miércoles en Pelayo, que los dos valencianos de la delantera eléctrica, Amadeo y Asensi, eran habituales en Pelayo, donde llegaron a jugar algunas partidas de aficionados. Comenzaba el Rovellet y recuerda haberles ganado algunas «perras» en desafíos «a tocar escala».

Antes, el pamplonica Goiburu, que jugó en Osasuna, Barcelona y Valencia, destacó en el Jai Alai de la Alameda en sus duelos contra el Perolero de Pedralba, antes de la Guerra. Después de retirado del fútbol, a mediados de los cuarenta, llegó a ser campeón de España en la modalidad de pala.

Fredi nos decía que cuando empezó quería jugar como lo hacía Antonio Fuertes, el futbolista de Benimàmet que metió dos goles en la final de Copa que el Valencia le ganó al Barcelona en 1954 por 3 a 0.

Fuertes era el mejor espectáculo las mañanas de los sábados. De una generación posterior destacaron las figuras de Sol y Claramunt. El de Elgoibar venía de raza de pelotaris pues su padre llegó a jugar contra Atano III. Dudó entre ser pelotari y futbolista: «Creo que elegí bien», nos dijo, pero manifestó su admiración por la pelota valenciana: «es un deporte precioso, de enorme belleza y dificultad». Sol se anunció como pelotari de frontón en muchos pueblos valencianos tras su retirada como futbolista profesional y, a pesar de sus siete operaciones de espalda, rodilla, caderas? Su amigo Pepe Claramunt recordaba sus inicios en las calles de Puçol jugando a Llargues; sus partidas en el frontón siendo pareja de Genovés y la propuesta rechazada del Tio Pena para debutar como «punter» en Massamagrell. «Es que jo era molt pillo en la punta», confesó.

Y Pepe Cerveró, de Real. El defensa reserva que acabó siendo titular una tira de años como lateral izquierdo recordaba sus partidas de niño con el Tio Pastós y sus éxitos con el club de Alfarp con el que llegó a conquistar un Interpobles de Galotxa.

Emotivo acto el vivido entre las murallas de Pelayo, un recinto inaugurado más de medio siglo antes que se fundara el Valencia CF. Buena iniciativa de la Fundación del Valencia CF que, a través del Foro Algirós, ha querido recordar ese caminar entre el deporte de la tierra y el todopoderoso balompié.

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