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Fugitivos con esperanza

Fugitivos con esperanza

Mohamed es un joven del Senegal. Ha llegado en alguna patera, o quizás saltado la valla de Melilla. Te saluda con una mirada recelosa, temerosa. Alguien le explica que esté tranquilo, que no se trata de nada que pueda perjudicarle. «Il est un journaliste», le dice la monitora. Le cambia la mirada. Ahora, sus ojos relucen con una amplia sonrisa de relajación. Y aprieta las manos como reclamando ayuda, atención€Vive en un piso de acogida. ¿Su futuro? Nadie lo sabe. Puede que tenga cuentas pendientes con alguna mafia; es un ilegal porque alguien ha marcado fronteras entre humanos€Por eso procura, como todos, esquivar las cámaras€ Es posible que acabe en la calle disputando algún espacio de guardacoches, o vendiendo en mercadillos ambulantes...en una huida continua, fugitivo de la propia vida. Quizás tenga 20 años. O como mucho veinticinco€

Junto a Mohamed hay otros cuerpos atléticos del África negra que se mueven con agilidad en la cancha de Borbotó, o jugando a One Wall. Alguno hay que sueña con ser un futbolista profesional en Europa. Para ser la primera vez que juegan a pelota lo hacen con acierto y desmedido interés. Parecen jugarse su propia existencia en cada golpe. Son hombres y mujeres jóvenes que han sufrido tanto, que han peleado contra olas y desiertos que este momento lo quieren exprimir. Si han vencido a desiertos y olas, ¿no son esos los mejores hombres y mujeres? ¿Acaso no han demostrado decisión y empeño en progresar? ¿No es eso lo que queremos para un futuro mejor?

Esta mañana han podido salir de sus «refugios» para disfrutar de un deporte, convivir, conocer a gentes que también sufren como ellos. Gracias a la iniciativa de Goals Freedom, en colaboración con la Federació de Pilota Valenciana y el impulso de la diputada Isabel García, se han juntado en Borbotó hombres y mujeres que pelean por vivir con una mínima dignidad.

«Allí, - nos dicen- ves a aquella mujer. Ha sufrido durante años palizas de su pareja hasta sufrir una depresión de la que será difícil que pueda salir. Su hijo, de ver tantas cosas como vio en aquel infierno, perdió a los pocos años su dentadura cargada de caries. Hoy es un día en el que la hemos visto sonreír€» nos dice una de las monitoras. No paran de jugar. Las directivas de la Federació, Ana de Borbotó y Elisa de Tavernes les indican reglas, cantan los quinzes. Cada partida ganada lleva un abrazo de alegría entre los componentes del equipo. ¿Es posible que sea esa alegría una de las poquísimas que han gozado en su vida? Las instalaciones de pilota de Borbotó acogieron ayer una jornada diferente pero profundamente humana. En el mismo escenario donde hemos disfrutado de grandes partidas entre los mejores clubes valencianos, la pilota unió a gentes de diversos países. Se hablaba francés, inglés, castellano, árabe, rumano€Personas di versas con ganas de abrazarse, de compartir, de soñar un futuro de dignidad.

La Pilota, que sabe de luchas y marginaciones, muestra de nuevo su cara solidaria ante una realidad que desborda, rompe, magulla, quema. Los ojos sonrientes de Mohamed, su apretón de manos son una llamada a la esperanza frente a la locura de tantos discursos de odio y discriminación.

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