El Ministerio de Fomento ha anunciado la reactivación de las obras de la A-38 en la variante Cullera-Favara, que llevaban paralizadas desde el año 2010 por falta de inversión. Fuentes ministeriales han confirmado al Ayuntamiento de Cullera el reinicio de los trabajos durante estos días. De hecho, ya se pueden observar maquinaria y efectivos en la zona conocida como El aéreo, junto al ramal que enlaza con la vieja N-332, realizando labores en el entorno.

Los responsables de la Demarcación de Carreteras de Valencia, han explicado al concejal de Urbanismo, Juan Vicente Armengot, que la prolongación de las obras se mantendrá hasta el agotamiento de los 8 millones de euros presupuestados para este ejercicio. Por el momento, se llevan a cabo trabajos de adecuación en la parte del tramo paralizado, con movimientos de tierra y desbroces entre otras tareas, según se le ha comunicado al edil.

La reactivación de esa infraestructura tan necesaria para canalizar adecuadamente el tráfico que se dirige a las playas de la Ribera Baixa se ha llevado a cabo dos semanas después de que el alcalde socialista de Cullera remitiese una carta a la ministra de Fomento, en la que solicitaba la reactivación de las infraestructuras y las obras, tal y como se había previsto por parte del Gobierno de España en los Presupuestos.

De hecho, el primer edil ha sido citado para entrevistarse en relación con este asunto con los responsables ministeriales en septiembre en Madrid. El alcalde aprovechará el encuentro para insistir en su petición de que, mientras duren las obras de la A-38, se libere de peaje la AP7 entre Xeraco y Silla, como alternativa al punto negro que supone la N-332.

Diseñada para convertirse en la gran alternativa a la AP-7 y a la peligrosa N-332, de esta autovía hoy únicamente están en servicio 67,7 kilómetros de un total de 242,97. O lo que es lo mismo, el 27,8 % de los proyectados entre Sollana (la Ribera) y Pilar de la Horadada (el Baix Segura). El resto de las obras ya iniciadas, como la variante de Cullera a Favara; las licitaciones previstas -el ramal entre Gandia y Oliva Sur- o los estudios sobre nuevos tramos, están paralizados y no se sabe cuándo volverá a existir disponibilidad presupuestaria para ponerlos en marcha.

La paralización, hasta ahora sine die, recordaba en cierto modo la historia interminable de la A-3, aunque, en este caso, ha sido una consecuencia más de los recortes económicos. El Gobierno de Zapatero ya paralizó en 2010 el desdoblamiento de tramos peligrosos como la variante de Cullera-Favara. La minoración presupuestaria sufrida por el Ministerio de Fomento, entonces dirigido por José Blanco, fue la causa.

Seis personas han perdido la vida en ese punto kilométrico -el 253 de la antigua N-332- en poco más de tres años. Paradójicamente, la A-38 se pensó, además de para aliviar la carga de tráfico, para aumentar la seguridad vial.