Los bares y restaurantes ubicados en espacios singulares de Alzira como el centro histórico o la plaza Mayor que no dispongan de espacio para guardar en el interior del local el mobiliario de sus terrazas podrán apilarlo junto a la fachada a cambio de abonar una tasa o canon específico por ocupar la vía pública fuera del horario autorizado. Es uno de los principales cambios introducidos en la ordenanza municipal que regulará la ocupación de la vía pública con terrazas tras la negociación mantenida con los hosteleros.

La normativa aprobada el miércoles por el equipo de gobierno -PP y Ciudadanos se abstuvieron- introduce pequeños cambios sobre el texto original que pasó por el pleno en mayo de modo que también se permitirá almacenar el mobiliario en el interior de las carpas, se amplía la gama de colores autorizada «siempre que no desestonen con el entorno y no sean estridentes», apuntó la edil Sara Garés, y se autoriza la instalación de publicidad aunque se delimita el formato.

Se trata de la primera vez que el Ayuntamiento de Alzira aprueba una ordenanza de estas características -hasta ahora sólo existía una de carácter fiscal que fijaba la tasa en base a los metros cuadrados que ocupara la terraza- con el objetivo de distribuir adecuadamente el espacio peatonal y público y adecuar la estética de las instalaciones al entorno con el objetivo de crear un atractivo singular.

El equipo de gobierno, por boca de la edil Sara Garés, defendió que esta ordenanza era «absolutamente necesaria» para evitar los excesos de algunos hosteleros y, en declaraciones a Levante-EMV, también dejó claro que «nadie tiene por qué asustarse, se trata de poner orden, que es lo que toca», indicó.

El edil José Luis Palacios justificó la abstención del PP señalando que, si bien se había consensuado «mayoritariamente» con la asociación empresarial, la autorización para apilar sillas y mesas junto las fachadas a cambio de una tasa choca con la normativa alegada por la Once que establece que las fachadas deben quedar libres de obstáculos al ser el carril de referencia para las personas invidentes. Por otra parte, también afeó al PSOE el incumplimiento de uno de sus compromisos electorales que era eximir de la tasa de las terrazas a los bares entre noviembre y febrero.

La norma finalmente aprobada el miércoles suaviza los requisitos que contemplaba la propuesta inicial para armonizar la estética de las terrazas, otorga un plazo de dos años para que los hosteleros se adapten a la misma y emplaza a concretar otros aspectos como la tasa por apilar el mobiliario en la calle o posibles incentivos a los hosteleros en una revisión de la ordenanza fiscal. También vincula el tamaño de las terrazas a las dimensiones del local principal.

El portavoz de los hosteleros en la Asociación Empresarial, Toni López, admitió que era necesario elaborar esta normativa, comentó que se ha conseguido suavizar las restricciones y, según dijo, «lo más importante es que nos han tenido en cuenta a los hosteleros».