Niños, padres y madres, abuelas, profesoras.... Todo el mundo es susceptible de coger piojos. La cadena cuando entran en una casa, habitualmente en las cabezas de los más pequeños, puede ser interminable. Rocío Gimeno da fe de ello. Regenta el único centro de eliminación de piojos de Alzira y la Ribera. Lo que antes era un problema propio de los meses de verano se ha extendido, con mayor o menor incidencia, por todas las hojas del calendario. «Con las temperaturas que tenemos, hay piojos todo el año», comenta. Otros hábitos que, vinculados indirectamente a las nuevas tecnologías, se han puesto de moda son un campo abonado para su propagación. «Un selfi es ideal para coger piojos», alerta. También la concentración de cabezas infantiles en torno a una tablet favorece el contagio.