Una prueba de color, impagables horas de trabajo, pigmento negro, máximo cuidado para preservar la simetría, talento, solidaridad y valentía. Todas estas condiciones y materiales se fusionaron ayer en Alzira con motivo de la V Maratón de Tatuajes a beneficio de la protectora Lacua. Una jornada en la que todos aportaron y todos ganaron. Desde aquellos que buscaban «decorar» su cuerpo con un dibujo en una sola tinta hasta Nathaniel Costa, propietario de Deja Huella Tatto y el encargado de poner su agudeza para dibujar pequeños detalles como iniciales o retratos. Motivos desde 40 euros con el objetivo de recaudar fondos para que la asociación pueda continuar realizando sus labores de rescate y ayudando a los animales que han sido abandonados o maltratados.

En esta ocasión, la propuesta corrió como la pólvora. De hecho, se agotaron las plazas y hay gente en lista de espera. Rocio Mora o Daniel Lucas son dos ejemplos de las más de 30 personas que decidieron aportar su grano de arena a través de la aguja, demostrando el amor infinito a sus mascotas. La primera apostó por unas diminutas pisadas y el segundo por la recreación original de la huella de su can. Y es que aunque en el estudio de Costa tenían algunos ejemplos, los usuarios podían traer su propia idea de casa. «Es un recuerdo para toda la vida. Siempre es bueno ayudar en este tipo de causas», explicaron.

Hoy seguirán pasando integrantes por el estudio y se espera que la cantidad recaudada suponga un importante impulso para el futuro de Lacua. «El haber llegado a esta edición lo dice todo. Es una vía más para manifestar lo necesario que son las aportaciones a un colectivo como el nuestro», sentenció Rafa Castany, presidente de la entidad local.