«Me parece algo horrible». «Es inhumano». Los lamentos de las vecinas de esta calle de la Graella (Santa María de Bonaire) se suceden tras el goteo de muertes de felinos. Carmen Palomar no duda en señalar que ver el sufrimiento de los gatos «es desesperante». Es una amante de los animales que en su momento llegó a tener veinte gatos en su casa. Francis Balaguer relata como los gatos «daban saltos» mientras sufrían vómitos y diarreas.