Mirar el firmamento, y tratar de resolver, o al menos entender, los grandes misterios que encierra el cosmos siempre ha sido muy estimulante. En l'Alcúdia llevan años tratando de reservar al menos una noche estival para observar con pasión el cielo nocturno. El pasado sábado tuvo lugar la tercera Noche de Observación Astronómica que organizada la Concejalía de Medio Ambiente. Más de 150 personas participaron en esta peculiar velada de estrellas. Cada vez hay más público interesado en la iniciativa.

El Corral de Rafel es un paraje emblemático de l'Alcúdia, situado a unos cinco kilómetros del casco urbano. Fue restaurado en 2007 después de haber sido adquirido por el ayuntamiento. Esta construcción que antiguamente perteneció a distintos propietarios dedicados a la agricultura se ha convertido en un espacio privilegiado para senderistas y domingueros, ya que se ubica en el único trozo de montaña del término municipal.

La noche de observación astronómica suele iniciarse con una cena previa a la fresca en los patios del interior del corral, con el cielo y las estrellas como techo. A continuación el regidor Paco Sanz da la bienvenida a los asistentes y después habla el experto: el profesor Enric Marco, investigador, que está al cargo del aula de Astronomía de la Universitat de València. También es codirector del programa de radio Ecos del Cosmos y forma parte de un grupo de trabajo para el estudio de la contaminación lumínica en los parques naturales valencianos.

Esta vez Marco instruyó a la audiencia sobre los planetas extrasolares y las posibilidades de vida que pueden albergar. Para hacerlo más ameno tomó referencias de películas de ciencia ficción. La noche acabó con la observación astronómica a través de 3 telescopios de la Agrupación Astronómica de la Safor.Hubo cola para observar los distintos astros del firmamento, hasta que, avanzada la noche, las nubes cubrieron el cielo. No cabe duda de que la ciencia no está reñida con la diversión