La sequía ha rebajado las expectativas de producción de uva realizadas para esta campaña por la bodega La Baronía de Turís que, no obstante, espera mejorar las cifras del año anterior entre un 8 y un 10 % para quedarse cerca de los cinco millones de kilos. La vendimia regresará al calendario tradicional del mes de septiembre tras el tempranero arranque de la campaña anterior, cuando la recolección de la uva comenzó el 23 de agosto. «Este año llevamos un retraso de entre 12 y 14 días respecto del año pasado, la maduración está siendo muy similar a la de 2016, cuando la vendimia comenzó el 5 de septiembre, y pienso que el inicio de esta campaña será más parecido a la de 2016 que a la de 2017», explicó el enólogo de la cooperativa de Turís, Joan Picó.
«Es cierto que en cuestión de unos años la vendimia se ha ido adelantando. El cambio climático es probablemente uno de los responsables no sólo de este hecho, sino también de la calidad en la maduración de la uva, aunque lo del año pasado fue algo extraordinario porque nunca habíamos empezado tan pronto. Este año no es que se haya retrasado, es que lleva una marcha más normalizada que el año pasado», apostilló.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) destacó ayer que los viticultores valencianos recuperarán este año el calendario tradicional y volverán a recoger la uva en las fechas de antaño en una vendimia de excelente calidad que, en el conjunto de la Comunitat Valenciana, contará con una producción global a la media de la última década, lo que se concreta en torno a unos 300 millones de kilos.
Lluvias del 7 de agosto
En el caso de la Ribera, el departamento técnico de la cooperativa de Turís destacó que, en un principio, se estimó que la cosecha sería bastante superior a la del año pasado, en que se recolectaron 4,5 millones de kilos, aunque sin llegar a los 6,5 millones de 2016. No obstante, Picó detalló que el año ha sido bastante seco, «lo que afectará al tamaño de los granos». Este hecho ha provocado una revisión a la baja de las expectativas de forma que se estima que no se alcanzarán los 5 millones de kilos. «La sequía estaba siendo muy preocupante, también por lo que respecta a la maduración ya que el estrés que sufren las plantas por falta de agua tiene una influencia directa en la maduración, lo que hacía prever que ésta fuera deficitaria. Por suerte, las lluvias del 7 de agosto representaron un aporte necesario y vital para que las plantas pudieran acabar la maduración con normalidad y si bien es cierto que las lluvias en agosto son preocupantes por el tema sanitario, pienso que debido al estado de maduración de este año, los efectos negativos de esta lluvia serán mínimos».
Por lo que respecta a las normas de recolección, los principales cambios se centran en la apuesta por revalorizar la malvasía. De hecho, la junta general ha acordado aumentar los beneficios según el grado para esta variedad. Por otra parte, se contempla una mayor penalización respecto de la sanidad de la uva de forma que a partir de un nivel de ácido glucónico, el agricultor no tendrá ningún otro beneficio que le pudiera corresponder de la tabla de baremación.
Por otra parte, la bodega espera participar el próximo año en un programa para mejorar la evaluación de la uva de forma que se aumentarán los parámetros analíticos con el objetivo de premiar de forma significativa la calidad de la uva.
