El área comprendida entre la Valldigna, Alzira y Cullera, registra ahora más lluvia al año que a mediados del siglo XX. Así lo han constatado especialistas en Geografía y Física de la Universitat de València en un estudio que también revela pérdidas de precipitación en zonas del interior de la Comunitat Valenciana, especialmente en las cabeceras de los ríos Xúquer y Segura.

El estudio refiere que, a mediados del siglo pasado, la precipitación anual medida en Tavernes de la Valldigna era casi 100 litros por metro cuadrado inferior. También se producen aumentos más débiles en otros puntos del sur del Golfo de València y del extremo norte de Alicante. De manera que, al menos en el área sudeste de la Ribera, llueve algo más ahora que hace setenta años.

Sin embargo, la mayoría de estos incrementos puntuales de pluviometría a lo largo del año no son significativos debido a la elevada torrencialidad e irregularidad de estas lluvias. Así, el estudio revela que buena parte de la precipitación anual se produce en episodios de tormentas de gran intensidad, lo que hace que mucha agua acabe rápidamente en el mar y no se recarguen los acuíferos. Un buen ejemplo de esta singularidad se registró el pasado 20 de octubre, cuando en unas dos horas en puntos de La Barraca, Tavernes de la Valldigna o el valle de La Murta alcireño se registraron más de doscientos litros por metro cuadrado, y cantidades por encima de los cien litros en apenas una hora cayeron también en otras zonas costeras de la Ribera.

La novedad de este estudio reside en la gran densidad de información espacial (890 series) que se ha podido procesar, muy superior a estudios anteriores, gracias al uso de una nueva metodología que ha permitido estudiar el cambio climático con mucho mayor detalle. Hoy se puede precisar qué ocurre exactamente en las cabeceras que alimenta las cuenca del Júcar, donde anteriormente no había suficientes datos.

Los resultados reflejan que no predominan tendencias significativas de mayor pluviometría en el litoral, donde incluso llueve un poco más, pero sí se han detectado «importantes tendencias negativas» en las cabeceras interiores, caso del nacimiento del Segura y, sobre todo, en el caso del nacimiento del Xúquer y sus principales afluentes, como el Cabriel.

La investigación analiza las cuencas de los ríos Júcar y Segura, y ha sido publicada en el International Journal of Climatology. El grupo de investigación está conformado por los profesores Javier Miró, María José Estrela, Vicente Caselles e Igor Gómez, todos ellos de los departamentos de Geografia (Facultad de Geografía) y de Física de la Terra i Termodinàmica (Facultad de Física).