«El mundo ha evolucionado, se producen naranjas en muchos países en los que antes no se producían pero nosotros mantenemos la misma estructura productiva que teníamos hace cuarenta años, por eso en otros territorios existe viabilidad económica». Esa es la reflexión que el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, compartió ayer con algunos de los agricultores de la comarca, reunidos en Carcaixent. Allí también se reunió con la candidata socialista a la alcaldía de Carcaixent, Sara Diert, y participó en un acto con militantes socialistas para explicar los presupuestos del Consell para 2019 y hacer balance de los tres años de gobierno en la Comunitat Valenciana.
Centrado en el área de la que es secretario autonómico, también hizo balance de la campaña agrícola: «La citricultura lleva mucho tiempo en permanente crisis, este año es muy malo pero no mucho más que hace dos o que hace seis. Llevamos muchos años con problemas y es cierto que tiene menor viabilidad tal y como está estructurada». Sobre esa misma cuestión añadió: «Hoy en día no hay campañas, hay cítricos todo el año porque en todo el mundo hay producción. Nuestro mercado natural es Europa, pero hay que buscar otros porque tenemos competidores en muchos países».
Para Rodríguez Mulero, la delicada situación de la agricultura en la comarca (y en el resto de la Comunitat) se debe tanto a problemas estructurales como coyunturales. En este segundo apartado entrarían las numerosas inclemencias padecidas por los productores en los últimos meses.
«Hace varias décadas se podía vivir con 30 hanegadas, ahora eso te cuesta dinero porque la estructura no permite que adaptemos la producción al mercado», reflexionó el secretario autonómico, que prosiguió: «Tenemos que organizarnos para poder ofrecer lo que el mercado pide, no más. Y tenemos los mecanismos para retirar fruta para que no vaya al mercado».
Sudáfrica
También abordó una de las cuestiones más candentes, como es la naranja surafricana. «A Europa han entrado 25.000 toneladas de mandarinas más de Sudáfrica, que es la mitad de lo que puede producir Algemesí, por lo que las importaciones surafricanas se mantienen parejas. Así que el problema no es una cuestión de cantidad. Es cierto que el producto que viene de fuera a veces no cumple con las mismas condiciones que el de aquí. Por eso hay que exigirle a la Unión Europea que si eso nos está perjudicando busque mecanismos para que no nos haga daño; y que cuando haga acuerdos de importación sobre productos que existen aquí, tengamos las mismas reglas para competir», argumentó.
Finalmente, el secretario autonómico abogó por lanzar un mensaje de tranquilidad y de futuro: «No le podemos decir a un agricultor de la comarca que tiene la culpa por no haberse reestructurado. Tenemos que decirle que vamos a juntarnos todos y que poco a poco vamos a arreglarlo y mientras tanto, vamos a ayudarte a salir del bache. Ese es el mensaje del gobierno valenciano para sus agricultores. Los cítricos tienen que seguir siendo el cultivo principal de la Comunitat. La Generalitat ha asumido el compromiso de resolver el presente y plantearse el futuro. Si yo fuera un agricultor que vive de la naranja, me gustaría tener un gobierno autonómico que me ayudara y eso lo va a tener».
