Las fallas en Andorra la Vella cerraron el domingo, con la tradicional cremà, un fin de semana de intensa fiesta. «Fallers pel Món» trasladó este año la fiesta josefina a la capital de los Pirineos con una afluencia de más de 2.500 valencianos y valencianas que invadieron el pequeño país vecino. La miradas atónitas de los andorranos y andorranas al ver falleras vestidas con los trajes regionales, los cohetes y la música de las charangas por las calles fueron la constante de los tres días de fiesta.
Unos días que comenzaron con la tradicional «plantà» el viernes, que acogió a los valencianos que más se apresuraron a subir a Andorra. La «crida» abrió la veda de la fiesta el sábado. Nada más terminar la crida, los valencianos y valencianas invadieron la famosa calle de compras, la avenida Meritxell, de música y fiesta con un pasacalles que culminó con un «fideuà» de hermandad en la carpa habilitada para la ocasión en el Parc Central d'Andorra la Vella. Por la tarde, y como manda la tradición, las falleras y falleros le llevaron flores a la Geperudeta, trasladada a Andorra para la ocasión. Por la noche del sábado, los asistentes pudieron disfrutar, con el frío de Andorra calado en los huesos, de un castillo de fuegos artificiales. La jornada del domingo empezó con la «despertà» por las calles del centro de Andorra la Vella. La mañana folclórica la culminaron esta vez los locales, els Castellers d'Andorra, que levantaron dos torres humanas delante del monumento, simulando así la unión de costumbres y la hermandad entre valencianos y andorranos. Nada más terminar y después de una pequeña espera, a las dos y cuarto de la tarde, más de 120 quilos de pólvora quemaron en Andorra la Vella en la «mascletà».
Fin de fiesta
Ya durante la tarde, los falleros y locales compartieron una batalla de charangas en el recinto festero antes de poner el punto y final a las fallas d'Andorra la Vella 2019. La «cremà» concentró hacia las 20:30 horas hasta 5.000 personas en el Parc Central d'Andorra la Vella. Los encargados de encender la traca que daría inicio a la cremà de los monumentos fueron el presidente de Fallers pel Món, José Enrique Amores, las falleras mayores y la alcaldesa de Andorra la Vella, Conxita Marsol. Un acto que puso fin a las fallas valencianas en Andorra la Vella y que dio calor a la noche andorrana. Una mezcla de alegría y tristeza por cerrar tres días intensos de fiesta y amistad en un país que al principio parecía exótico para los valencianos asistentes, pero que al final lo acabaron haciendo propio.
