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«Por encima del partido siempre está la gente»

?El líder emergente de los socialistas cullerenses dice que la 'urbanización a la carta' ha acabado y niega que la alcadía «sea el peldaño de ninguna escalera» para escalar puestos en la Administración

«Por encima del partido siempre está la gente»

Las elecciones municipales del 26 de mayo sirvieron para consolidar el liderazgo de Jordi Mayor Vallet al conseguir la mayoría absoluta más aplatante de la Ribera Baixa y revalidar con una contundente victoria la alcaldía de Cullera. Esa exhibición de respaldo electoral le ha puesto en el foco del PSPV, convirtiendose en uno de los políticos socialistas con mayor proyección de la comarca. De hecho, los buenos resultados cosechados en los comicios municipales le han llevado hasta la Diputación de Valencia, donde ostentará el cargo de diputado provincial de Turismo y Actividades musicales. Se ha ganado a pulso ser un referente, aunque el reto que le aguarda sigue siendo mayúsculo: afianzar el cambio que ha experimentado Cullera con un ayuntamiento que ya ha salido de la UVI financiera pero que todavía ranquea y responder a lo largo de cuatro años a las muchas expectativas que ha levantado dentro y fuera del municipio.

¿Ha conseguido siendo todavía muy joven una aplastante victoria electoral y un puesto de diputado provincial. No es muy habitual ese ascenso meteórico. ¿Cuál es su meta?

La misma que cuando entré en política: mejorar la vida de la gente de mi ciudad. Es por lo que he trabajado este tiempo y por lo que seguiré trabajando ahora también en el ámbito provincial. Mi gente, mis vecinos, sus preocupaciones y sus problemas diarios es lo único que me quita el sueño. Ahora, además impulsar un proyecto turístico provincial potente y, especialmente por mi condición de músico y maestro, la delegación de las bandas de música.

¿Asumir esas competencias de Turismo en la diputación puede beneficiar de algún modo a Cullera?

Aquellos tiempos del favoritismo hacia los alcaldes del mismo color político pasaron a mejor vida en la Diputación. Quiero pensar que todos así lo entendieron y practicaron. Cullera se verá beneficiada, como el resto de las localidades turísticas, por el hecho de que va a haber un diputado de Turismo que pensará en todos y no solo en los suyos. Es un avance el hecho de que esta responsabilidad se deposite en alguien que, por las características de su municipio, conoce de primera mano los problemas del turismo, los retos del futuro, las demandas del sector y que es capaz perfectamente de ponerse en la piel de la alcaldesa de Gandia o del alcalde de Xàtiva. Aplicaré políticas pensando en cómo beneficiar al conjunto y no en cómo perjudicar a unos pocos. Desde luego que no me van a decir que hacía lo mismo que el PP.

¿Cuál es su receta para mantener una buena relación con Compromís en una comarca donde las fricciones con el PSPV son moneda corriente?

No perder jamás de vista que por encima del partido está la gente. Hay que sumar y no restar. Es importante poner el acento en aquello que nos une que es mucho más que lo que nos separa. Por otra parte, las relaciones personales con el portavoz de Compromís per Cullera son excelentes y hemos sabido entendernos buscando siempre puntos de acuerdo. Ha habido voluntad por ambas partes, pero si esa circunstancia no se hubiera dado, siempre habría priorizado las políticas por encima de lo personal.

Almussafes, Sueca o Favara no han propiciado pactos del Botànic. ¿Cómo valora la animadversión existente entre ambos partidos?

No creo que haya animadversión entre ambos partidos. Al menos no desde el PSPV hacia Compromís, que es lo que yo conozco de primera mano. El PSPV es un partido transversal en la sociedad y eso incluye sensibilidades próximas a Compromís. Cómo se vea desde el otro lado, no debo ser yo quien lo diga.

¿Cómo se ve desde Cullera el proceso de expulsión del PSPV del alcalde de Sueca?

El partido ha sido claro en cuanto a sus directrices sobre los pactos municipales de progreso. Creo que eso demuestra que el PSPV-PSOE no tienen ninguna animadversión hacia Compromís sino más bien todo lo contrario. En Cullera hemos obtenido una mayoría aplastante y aún así les hemos ofrecido integrarse. Se trata de tener claras las ideas políticas.

Sus relaciones con el alcalde de Almussafes son distantes. ¿Ha resuelto ya las tensiones que propiciaron su elección como diputado provincial en detrimento de Toni González?

Toni González es un valor del PSPV-PSOE que merece todo mi respeto y consideración y tendrá mi apoyo en todo aquello que necesite. Los procesos internos a veces generan debates intensos que tienen un recorrido corto. Entiendo la legitimidad de cualquier compañero para postularse a un cargo público. El reto consiste en que todos encontremos espacios donde desarrollar nuestra vocación de servicio público. No tenga usted la menor duda de que en lo que a mí respecta, Toni González tendrá mi apoyo para ocupar nuevos puestos de responsabilidad donde no sólo se sentirá cómodo sino que hará lo que mejor sabe: mejorar la vida de la gente.

El equilibrio de poderes internos del PSPV en la Ribera Baixa es inestable. ¿Van a mantenerse las fricciones?

El PSPV de la Ribera Baixa es el partido más estable de la comarca. Hemos ganado las elecciones de forma contundente y hemos revalidado alcaldías importantes como Cullera y Almussafes. Hemos barrido a la derecha y hemos sabido liderar la izquierda. Yo, desde luego, he estado en eso y ahí está el resultado.

¿Qué plazo se autoimpone para seguir en la política local? ¿Su alcaldía tiene fecha de caducidad?

No soy persona de imponerse plazos innecesarios. Prefiero poner toda mi energía en aquello que me ocupa y me apasiona. La alcaldía no es un peldaño de ninguna escalera. Ser alcalde de mi ciudad es una responsabilidad y un honor que colma con creces todas las aspiraciones políticas y personales que tengo. Eso sí, no voy a ser un alcalde perpetuo, créame. Soy de los que piensa que en política es tan importante el trabajo que hice como militante de base ayer, como alcalde y diputado hoy y donde me lleve mi compromiso político mañana.

¿Cullera había impuesto el monocultivo urbanístico como alternativa a la crisis agrícola. ¿Da por enterrado ese modelo?

Actualmente, el sector de la construcción representa solamente el 8 % de los afiliados a la Seguridad Social, muy por debajo del 19 % de hostelería, el 19 % del sector comercio o del 11 % de agricultura y pesca. Creo que esas cifras hablan por sí solas. Alguien quiso que Cullera fuera un gran bloque de hormigón, especuló y dejó un reguero de desastres urbanísticos que estamos teniendo que solucionar y pagar muy caro. Desde luego que ese no es mi modelo de ciudad. Nosotros hemos apostado por un crecimiento sostenible y acorde a las necesidades del siglo XXI. El urbanismo a la carta y al servicio de unos pocos se ha acabado. O se priorizan los intereses generales y el respeto al entorno o no hay nada de lo que hablar. Conmigo Cullera no tendrá otro alcalde que hipoteque su futuro.

La falta de plazas hoteleras sigue siendo un lastre para mejorar el modelo turístico de Cullera. ¿Hasta cuándo?

El planeamiento urbano de Cullera se hizo pensando en la construcción de apartamentos y no de hoteles. Era lo que daba dinero rápido y fácil. Lo estamos corrigiendo. Convertir Cullera en un destino atractivo para la inversión hotelera es un trabajo al que nos dedicamos diariamente. Hay inversores interesados y desde el ayuntamiento pondremos todas las facilidades para que lleguen esas inversiones, no tenga ninguna duda.

La infrafinanciación de los municipios turísticos lastra el crecimiento de Cullera. ¿Tendrá solución?

Lo lastra y mucho. Si yo debo atender a una población media anual de 50.000 habitantes con el presupuesto de un municipio de 21.000, algo falla. Sufrimos una doble infrafinanciación: la autonómica y la de los municipios turísticos. Hay un desfase que debe cubrirse con los impuestos de los cullerenses y esa injusticia ha de acabarse. Estamos trabajando en el Estatuto del Municipio Turístico que es clave para empezar a establecer una solución. Quiero pensar que nuestras reivindicaciones, tarde o temprano, serán atendidas por el Gobierno. No creo que a nadie le interese conculcar un principio tan constitucional como el de la igualdad entre los distintos territorios del Estado.

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