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El aliento de Alfarp llega a 7.546 metros de altura

El joven Carles Lliso culmina con éxito una expedición a la montaña Muztagh Ata, la cuadragésimo octava más elevada del mundo - «El último tramo hasta la cima se hizo eterno, pero nunca pensé en abandonar»

El aliento de Alfarp llega a 7.546 metros de altura

Aunque sus estudios le encaminaron hacia el sector de las finanzas, actualmente se prepara para ser opositor. No obstante, la escalada es su pasión: «Empecé a realizar alpinismo hace unos ocho años. Siempre había hecho deporte y empecé por el trekking, poco a poco empecé a subir montañas cada vez más altas. Empecé en Sierra Nevada y los Pirineos, pasé también por los Alpes, el Atlas y luego ya hice expediciones en Nepal y China», explica, para añadir a continuación: «El año pasado hicimos una expedición al pico Lobuche en el Valle del Khumbu, junto al Everest, que es una montaña de 6.119 metros. Tuvimos un accidente bajando, un compañero se abrió la cabeza, se rompió una pierna y las costillas. Otro compañero y yo nos quedamos junto a él cerca de veinte horas esperando a que lo rescataran».

No obstante, eso no era suficiente. «Me planteé esta expedición porque los alpinistas siempre queremos subir un poco más alto. Yo había visto que el Muztagh Ata era una montaña muy física y técnica a nivel alpinista. Hice coincidir los días que sabía que iba a durar con mis vacaciones y busqué algunos sponsors y colaboradores como Lurbel, Catenva, Sentano, Airsip o el Ayuntamiento de Alfarp. Entre eso y los ahorros que tenía, me costeé el viaje a China. El sueño de cualquier alpinista es hacer un ocho mil y el Muztagh Ata es la antesala de estas montañas, de hecho, se utiliza para preparar ascensiones al Everest. Además, es una parte muy bonita de China», reconoce.

Así pues, el pasado mes de julio se fue al país asiático con el objetivo de escalar la cuadragésimo octava montaña más alta del mundo. Y quiso hacerlo buscando siempre una experiencia más auténtica: sin bombonas de oxígeno y con apenas ayuda. «El oxígeno es una trampa, no es alpinismo, no es puro. Puede que si en el futuro hago un ocho mil tenga que recurrir a él, pero mi prioridad es no utilizarlo siempre que pueda evitarlo. Salvo durante los primeros días, subíamos nosotros el material, nos montábamos las tiendas, nos hacíamos la comida? Derretíamos la nieve para hacernos sopas, ya que lo mejor en este tipo de expediciones es estar muy hidratado. No tiene nada que ver con algunas expediciones comerciales en las que solo tienes que caminar porque tienes a alguien que te lo hace», explica Lliso.

Documental

Las condiciones eran extremas y no todos los integrantes de la expedición fueron capaces de coronar el pico: «Fuimos ocho personas de distintos rincones de España, pero hasta arriba llegamos cinco. Dos cayeron por el mal de altura y otra por fatiga. El último día avanzamos desde los 6.350 metros hasta la cima, después de nueve horas caminando hicimos cima. Fue muy duro, era el mejor día y estábamos a -25 ºC, al día siguiente, por ejemplo, la temperatura era de -55 ºC, por algo lo llaman El Padre de los Hielos. Estuvimos dieciséis días aclimatándonos, subiendo y bajando al campo base, durmiendo, etc. Al final de la expedición, en las piernas acumulamos más de 20.000 metros», comenta al respecto el joven alpinista.

Mientras, en Alfarp, todo el mundo estaba pendiente de la hazaña que su vecino estaba labrando: «Mucha gente estaba esperando noticias mías, solo pude enviar cuatro mensajes desde que llegué a China. Los últimos cien metros se me hicieron muy eternos, pero al bajar ya me encontraba muy bien. La altura es muy exigente, dar solo dos pasos ya cuesta mucho. Pero nunca pensé en abandonar. Al llegar a la cima estaba muy contento, pero solo quería hacerme fotos volver rápido. También piensas en tu pareja, en amigos, familiares y colaboradores que han confiado en ti», concluye.

Lliso todavía guarda algunos de los detalles de su expedición alpina, los cuales se darán a conocer el próximo 19 de octubre durante la presentación del documental que grabó durante sus días en China. La cita será a las 19,15 horas en el auditorio de Llombai.

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