El fuego volvió a comparecer anoche ante la historia para certificar su antiquísima alianza con las tradiciones valencianas. Las hogueras iluminaron la noche para cumplir las costumbres heredadas y lanzar un guiño a uno de los santos que mayor feligresía reúne ante el auge y la importancia que la sociedad moderna concede a las mascotas. Como anticipo a esos desfiles multitudinarios que, con la complicidad de un tiempo que se augura colvulso, tomarán las calles para participar en la bendición de animales ante la escultura sacra de Sant Antoni, decenas de fogatas ardieron anoche en Alzira con mucho público alrededor. La que concentró más ojos fue la de la Plaça Major, que levantó llamaradas altísimas