Casi un millar de mascotas se han registrado ya desde que se aprobó en octubre de 2017 la Ordenanza Municipal de Tenencia de Animales de Almussafes, que obliga a ceder el perfil genético de los perros y a recoger los excrementos de los espacios públicos. Su incumplimiento está castigado con sanciones que pueden alcanzar los 200 euros. Hasta ahora, la Policía Local ha interpuesto 23 multas.

El objetivo de esta normativa es mejorar la higiene, la salubridad y la estética del término municipal. La Policía Local realiza salidas periódicas para encontrar muestras y hacer efectiva la normativa. Este año está previsto que estas salidas se realicen con mayor frecuencia. Desde que entró en vigor, 979 perros han sido incorporados al censo canino de ADN. «Durante este tiempo hemos constatado una evidente reducción del número de deposiciones en espacios públicos. La ciudadanía cada vez es más consciente de que con esta medida nos estamos beneficiando todos y todas y eso se nota», destacó ayer el concejal de Bienestar Animal, Jaime Wic. Las recogidas de muestras para su posterior análisis se llevarán a cabo, como hasta ahora, en calles, parques, plazas, aparcamientos y pipicanes. El edil asegura que en «ningún caso se busca recaudar, sino mejorar la limpieza y la convivencia».

La no incursión del animal en el censo supone una infracción castigada con 200 euros. Asimismo, la no recogida de los excrementos se paga con 200 euros para las reincidencias y cuando las heces encontradas en determinadas zonas que suponen una afectación más grave a la ciudadanía. El ejecutivo municipal estima que durante 2020 se incorporarán al Censo Canino de ADN entre 200 y 300 perros más.