Las lluvias torrenciales que azotaron la Ribera los días 4 y 5 de noviembre, que acumularon más de 400 litros por metro cuadrado, afectaron de manera notable a una de las joyas de la corona: el polígono industrial que rodea la factoría Ford, que arrastra serias deficiencias que afectan a sus infraestructuras desde su construcción. Tanto el Polígono Juan Carlos I, como el complejo de la multinacional y el Polígono Norte sufrieron un colapso generalizado de sus desagües que provocó inundaciones que afectaron gravemente a las campas de vehículos de Ford, a empresas que tuvieron que paralizar su producción, y a viales y zonas de estacionamiento de vehículos que se anegaron y provocaron un auténtico caos que ha supuesto graves pérdidas económicas para el sector industrial. El gobierno municipal, APPI Ribera Baixa y el sindicato UGT se han unido para exigir a las consellerias de Infraestructuras y de Economía Sostenible que e actúen con premura para evitar que se repita en el futuro un episodio tan grave.

La primera valoración de daños provocados por las intensas precipitaciones asciende a más de 10 millones de euros. El primer informe de análisis de las carencias y deficiencias en materia de infraestructuras ya ha sido redactado y el alcalde, Toni González, la gerente de APPI Ribera Baixa, Romina Moya, y el secretario general de la Federación de Industria de UGTPV, Daniel Argente, se han unido para preparar un plan de protección hidráulica.

«Ford y nuestros polígonos son el principal polo económico de la Comunitat Valenciana y de ahí las devastadoras consecuencias desde el punto de vista económico», destaca González, quien también muestra su preocupación por los terribles efectos medioambientales que una inundación podría ocasionar al parque natural de la Albufera, dado que una de las principales empresas afectadas ha sido la industria química Ercros, que tuvo que suspender su actividad viéndose desbordada, entre otras instalaciones, la balsa de decantación, que podría verter residuos que dañarían gravemente la flora y la fauna del humedal.

Por ello, Almussafes exige que se acometan obras de infraestructura que minimicen los daños de las lluvias torrenciales en una zona donde la canalización de acequias y barrancos es determinante, dado que su cercanía al parque natural de la Albufera eleva sustancialmente el riesgo. La actual infraestructura hídrica de la zona plantea serias dudas sobre su capacidad para asumir lluvias superiores a 40l/hora o 120l/12 horas, y de ninguna forma pluviometrías como las registradas a principios de noviembre.

Entre las propuestas planteadas para trasladar con urgencia al Consell figuran el ensanchamiento de la sección de las acequias y caudales, el cambio de la rugosidad que evite el arrastre de residuos, la ampliación de los sistemas separativos de drenaje, aliviaderos de mayor calado frente a barreras artificiales (AP7), estaciones de bombeo que permitan salvar los retornos y sistemas de drenaje sostenibles, ampliación de los accesos al polígono y adecuación del vial sobreelevado del acceso oeste, como alternativa en caso de inundación, ampliando su galibo y su capacidad para el tránsito de vehículos pesados.

También se solicita un estudio hidrológico de carga del sistema de colectores existentes, la construcción de una balsa de laminación en la confluencia de las acequias. De igual forma se exige a los órganos responsables un plan anual de mantenimiento y limpieza de cauces, acequias y barrancos, tras comprobar el mal estado de conservación de los mismos y la ampliación del galibo de las cuencas de descarga, dos factores que han sido determinantes en la obturación de los aliviaderos de la zona afectada.

«Trabajadores y empresas necesitan protección», clama UGT. El ayuntamiento asumirá y financiará protocolos de emergencia y un sistema de alerta temprana. Se ha creado una comisión de seguimiento, cuya primera reunión se celebrará el 4 de diciembre.

Desbordamientos y colapsos en una área económica muy sensible

El desnivel existente en las diferentes zonas del Polígono Juan Carlos I, así como la perimetración de acequias del referido Polígono, la factoría Ford y la confluencia con la empresa Ercros, situada en Polígono Norte, produjo un colapso por el arrastre de residuos de las acequias, obturación de los aliviaderos y desborde de la AP7 que actuó como barrera. Todo ello generó una elevada lámina de agua que afectó a las campas de vehículos de Ford y al estacionamiento de trabajadores del Parque Industrial Juan Carlos I, así como a la práctica totalidad de los viales, entre ellos el punto de acceso principal al Parque Industrial, que resultó seriamente afectado en su nudo principal. Esta circunstancia, sumada al tránsito de vehículos pesados, incluso el transporte de mercancías peligrosas, hace que esta infraestructura resulte especialmente sensible para el funcionamiento empresarial.