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La UD Alzira vuelve a dejar la portería a cero y recupera el liderato

Los goles de Beli y Javier Soler dan la victoria frente a un Acero que poco pudo hacer ante la gran actuación bajo palos de Pawel Florek

Santi conduce el balón pegado a la línea de cal en una jugada de ataque del Alzira. | JOSÉ GÓMEZ

La UD Alzira recuperó el liderato de su subgrupo de Tercera tras lograr la tercera victoria de la temporada en cuatro partidos disputados. Otra con la portería a cero, que deja entrever el gran trabajo de Dani Ponz y la enorme concentración de la plantilla, y que le confirma como un firme candidato en la lucha por el ascenso a la categoría de bronce del fútbol español. Su víctima fue el CD Acero (0-2).

A lo largo de la primera parte si sucedieron distintas fases. Los azulgranas (de verde en este caso por su condición de visitantes) salieron a por el dominio del encuentro y lo lograron, pero éste era estéril y no se traducía en un peligro real hacia la portería de los locales. Rápidamente, el Acero le robó la batuta a los alzireños y empezó su asedio al área rival. Tuvo un par de ocasiones de cierto peligro, pero se encontró con un seguro Pawel Florek bajo balos. El meta polaco fue el mejor del Alzira durante el primer tramo del partido, lo que requería un cambio de actitud por parte del conjunto que dirige Dani Ponz. Éste se dio y el peligro cambió de bando.

El Alzira marcó un primer tanto obra de Mauro, tras un gran pase de Beli. No obstante, el colegiado lo anuló por fuera de juego. Los ribereños ya conocían el camino hacia la portería rival. A la media hora de juego, un rechace de la zaga del Acero acabó en las botas de Quintana, que levantó la cabeza y no dudó ni un instante: pase por alto hacia el corazón del área, fallo defensivo en el salto de un defensa local y Beli se encontró con todo el espacio y el tiempo del mundo para rematar el balón al fondo de las mallas. Durante el último cuarto de hora, el Acero tuvo una ocasión de devolver la igualada al marcador, pero el meta polaco del Alzira demostró ser un verdadero cerrojo. Los ribereños también gozaron de oportunidades para ampliar la ventaja, pero no lo hicieron y se fueron a los vestuarios con el 0-1 a su favor.

Ya en la segunda parte, tras un tramo insulso en el que los minutos pasaban sin más, Ponz movió ficha e introdujo dos cambios, acto que replicó el Acero. Con cuatro jugadores de refresco, los locales recobraron el dominio de la contienda. Una falta lateral se tradujo en un cabezazo demasiado centrado, que atajó Pawel sin problemas. También lo intentó desde larga distancia un viejo conocido del Alzira, Antillaque, pero su fuerte disparo se tradujo en una nueva parada del polaco.

Presión y robo

El partido estaba en ese punto en el que el empate parecía más cercano que nunca. Pero no fue así. Los azulgranas botaron una falta a la altura del centro del campo, de esas que salvo error no se traducen en nada. La defensa del Acero rechazó sin problemas el centro, que tras una serie de catastróficas desdichas Abel, en una muestra de intensidad encomiable, presionó al rival y robó la pelota en el lateral del área. La puso a baja altura y punto de penalti, donde Javier Soler remató sin oposición y convirtió el segundo para el Alzira, que sería definitivo, aunque todavía restaba un cuarto de hora.

Pese a contar con un partido menos, la UD Alzira lidera la clasificación un punto por delante del Atlético Saguntino.

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