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La ventana

No se perdona la falta de compromiso

no se perdona la falta de compromiso

En la era de la digitalización vivimos en lo inmediato, en la prisa, atribulados por las noticias del hoy que mañana ya han perdido su validez. Esta alienación nos impide hacer un ejercicio de reflexión sobre la realidad concreta en la que vivimos.

El 2020 ha sido un año que nos ha confrontado con la dura realidad, la nueva «peste» del siglo XXI, la Covid-19, ha dejado un paso de muerte en nuestro país y en el resto del mundo, al mismo tiempo que ha puesto al descubierto vergüenzas y déficits de nuestro estado de bienestar.

Los neoliberales que en los últimos años no se han cansado de vociferar contra un supuesto Estado asistencialista, muchos de ellos «empresarios», no se han recatado en pedir ayudas públicas para sus empresas y probablemente en un futuro próximo para ajustar sus plantillas aprovechando la coyuntura ocasionada por la pandemia.

Los recortes en sanidad durante los últimos años impulsado por los gobiernos de derechas han colapsado nuestros hospitales y llevado a la extenuación a las trabajadoras y trabajadores de la sanidad pública, que han sido considerados héroes por la sociedad, cuando deberían haber ejercido su profesión de manera más normal si hubieran tenido los medios adecuados.

Este artículo debe de reconocer a las trabajadoras y trabajadores del sector agroalimentario en nuestra comarca que en los meses más duros de la pandemia han seguido trabajando para que no faltara el alimento en las casas.

Esta ha sido parte de la realidad de este año, los viejos teóricos de la izquierda citaban una frase «Socialismo o barbarie», en este siglo el socialismo es una palabra maldita pero los neoliberales en este país nos quieren llevar hacia la barbarie queriendo destruir el estado de bienestar, eliminando el sistema público de pensiones y utilizando la revolución digital para destruir puestos de trabajo y empujar a la pobreza y la exclusión a miles de trabajadores.

El Gobierno de progreso debe de cumplir sus compromisos con la clase trabajadora, derogando de una vez por todas la reforma laboral y la ley mordaza.

En política y en la vida no se perdona la tibieza y la falta de compromiso hacia los que se representa. La no derogación de estas leyes antiobreras solamente refuerzan a la derecha más reaccionaria.

Desde UGT FICA, en nuestra comarca seguiremos trabajando en los sectores industriales y agroalimentarios para seguir teniendo un futuro con empleos estables y condiciones dignas de trabajo para nuestra clase.

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