Entre las obras restauradas figura un retrato de Joan Fuster realizado a carboncillo por Joaquim Michavila, de 1952; ‘El Charlatán o sacamuelas’, grabado calcográfico de 1805; diversas obras de tinta y grafito sobre papel de autores como Manolo Boix y Andreu Alfaro; y un grabado calcográfico del año 1856 de Nuestra Señora de Sales. Cada una de las piezas ha necesitado una intervención específica en función de su estado de conservación, como limpiezas de la suciedad con aspirador o sustancias solubles; procesos de alisamiento de los materiales y reintegraciones cromáticas o de falta de papel.