Tras la declaración por parte del Gobierno Valenciano de la Serra de Corbera como Zona Especial de Conservación (ZEC) el pasado octubre, el Ayuntamiento de Alzira se encuentra en conversaciones con las autoridades del resto de pueblos lindantes con la cadena montañosa para conseguir una alianza que permita afrontar de forma coordinada la prevención de incendios en el rocoso paraje tan valorado botánicamente.
El goberno de la capital de la Ribera Alta liderará junto con los municipios de Corbera, Llaurí, Favara, Benifairó y Tavernes de la Valldigna una entidad conjunta para garantizar la protección de los hábitats de las 4.819’77 hectáreas de alineación montañosa, entre ellos, los particulares bosques de laurel y el refugio de murciélagos de la Cova de les Ratetes. «Cada vez hay más biomasa, lo que implica más peligro de incendio. Nuestra idea era concebir la sierra como un solo sistema para optimizar recursos tanto en la prevención de incendios como en la gestión forestal», declaró ayer Pep Carreres, edil de Medio Ambiente, en rueda de prensa. Según el regidor, los recursos económicos recibidos de la conselleria se destinarán al cuidado de las zonas más sensibles y a la creación de cortafuegos y limpieza de los caminos, además de a diferentes actividades destinadas a proteger y concienciar sobre la naturaleza de la Serra de Corbera y el riesgo de incendio que se presenta para esta campaña veraniega.
Voluntariado como apoyo
El éxito de participación en el programa de voluntariado ambiental impulsado por la asociación sin ánimo de lucro Interpreta Natura en los dos últimos años ha llevado a que, de la mano del Ayuntamiento de Alzira, se repita este verano la iniciativa, que servirá de apoyo para plantear una estrategia más amplia de coordinación a los municipios de las dos comarcas que comparten el paraje natural con la creación de un voluntariado territorial.
Así, este verano, grupos de voluntarios de los municipios de la Ribera recorrerán las montañas de la Serra de Corbera, entre ellas los parajes de Murta y la Casella, a pie o en coche, para realizar labores de vigilancia contra incendios. Entre algunas de las actividades que realizan se encuentrna la de regar las zonas repobladas para que los árboles jóvenes resistan mejor el calor o retirar la basura que otras personas hayan podido abandonar en dichos parajes.
Este año, al contrario que las ediciones anteriores, el programa no contará con estudiantes voluntarios de otros países que buscan vivir nuevas experiencias al haberse suspendido las becas Erasmus como consecuencia de la panemia Covid y que eran los participantes más numerosos en el programa.
Fuentes de la asociación forestal Interpreta Natura abogan por implicar a la población local en el voluntariado ambiental, minoritaria los últimos años, para crear una «cultura forestal». «El objetivo fundamental es crear una mente híbrida tecnología-medioambiente», concluyó José Alemany, responsable de la asociación forestal.
Rutas nocturnas y la Boscoleta para crear conciencia ambiental
Al voluntariado ambiental se unen otras dos actividades, presentadas ayer por el Ayuntamiento de Alzira e Interpreta Natura, que se desarrollarán este verano con el objetivo de hacer que la ciudad reconecte con la naturaleza.
Como novedad se ha presentado la «Boscoleta», una escuela natural para los más pequeños que fomenta, mediante actividades teatralizadas, el amor por la naturaleza en los niños. Por otra parte, «Naturnits» es un programa de 10 rutas nocturnas en la Casella, a pie o en bicicleta, para alejar a un público más juvenil de los problemas cotidianos.
