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El campo mira con temor al cielo tras una granizada con daños puntuales en la Ribera

Una primera valoración descarta afecciones importantes incluso en el caqui, mientras los pronósticos anuncian que continúa la inestabilidad

La tormenta del lunes sobre el secadero de Gaspar, en el término de Cotes. | FERMÍN GARCÍA

Los agricultores miran con preocupación al cielo en una semana en que los pronósticos anuncian inestabilidad en forma de tormentas y que en la Ribera arrancó el lunes con un aguacero acompañado en diferentes municipios de granizo. «Si sólo es agua se trata de una fecha ideal para hacer kilos y calidad tanto en caquis como en naranjas», comentaba ayer Eduard Esparza, responsable del caqui en la Unió de Llauradors, mientras advertía de que una tormenta de pedrisco, por pequeño que sea el granizo, pasa factura a este cultivo. «Estamos en una semana de mucho peligro. El caqui es muy sensible y el granizo lo marca enseguida», comentó. Un exceso de agua también podría ser perjudicial para el campo, apuntan otras fuentes.

A priori, la tormenta del lunes no parece haber dejado daños relevantes ni siquiera en Castelló y los municipios del entorno, donde el granizo hizo acto de presencia por momentos sin ir acompañado de lluvia y con piedras de un tamaño considerable.

El delegado de AVA en el municipio, Rafael Soro, no obstante, comentó ayer a Levante-EMV mientras recorría el término municipal para valorar los posibles daños que apenas se percibían los efectos del granizo, por lo que muy posiblemente la tromba se limitó al núcleo urbano, primero en seco y poco después con el granizo mezclado con la lluvia. «El caqui es tan sensible que por pequeña que sea la piedra sale la cicatriz, pero debe ser lo mínimo», comentó.

También el delegado de AVA en Alberic, otro de los municipios donde la tormenta descargó granizo, apuntaba que con el paso de los días se podrá confirmar el grado de afección, pero Alberto Pérez señaló que no parece que el daño que pueda haber producido la tormenta sea relevante.

El alcalde de Càrcer, Josep Botella, por su parte, únicamente había localizado en la parte alta del término municipal, en la zona del Pla del Rei, cierta afección en el caqui, por lo que no dudaba en señalar que se trata de daños muy puntuales, mientras que el pedrisco no parece haber afectado a los cítricos.

Tanto la alcaldesa de Manuel, Pura Atienza, como el concejal de Agricultura de la Pobla Llarga, Ximo Vidal, coincidieron en señalar que una primera revisión de sus respectivos términos municipales no aprecia una afección significativa. «Habrá que esperar a los próximos días para ver si hay daño, pero no parece», comentó Vidal, mientras Atienza señalaba que al caer el pedrisco muy mezclado con agua, en principio, desde la concejalía de Agricultura le habían informado que no se esperan daños relevantes o generalizados en el término.

Como ayer adelantó este periódico, la tormenta que se desencadenó el lunes por la tarde dejó pedrisco en localidades como Antella, Cotes, Càrcer, Alberic, la Pobla Llarga o Castelló. Estos fenómenos meteorológicos no son uniformes ya que la intensidad puede variar mucho por áreas. Por otra parte, la Generalitat alertó ayer a los ayuntamientos de tormentas generalizadas a partir de hoy en la Comunitat Valenciana.

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