Los efectos del cambio climática ya son una realidad en La Ribera. Según el meteorólogo de Algemesí Jovi Esteve, la agricultura ribereña puede ser una de las grandes perjudicadas por el cambio climático.
La emisisón de gases de efecto invernadero, producto de la actividad del ser humano, está provocando un aumento progresivo de la temperatura del planeta, con todos los problemas climatológicos, económicos y sociales que ello comporta.
Esteve aseguró ayer a Levante EMV que el incremento de la temperatura repercutirá negativamente en las producción agrícola. La explicación es bien sencilla: el calentamiento global está provocando la aceleración del deshielo de los glaciares. Éstos, al derretirse, están elevando paulatinamente el nivel del mar y, en consecuencia, aportando una mayor cantidad de sal a las aguas subterráneas que se nutren del mar. El peligro está latente.
El aumento de la salinidad del agua, elemento base para el desarrollo de la actividad agrícola, comportaría grandes complicaciones para el desarrollo de los cultivos, menguando así la producción del sector.
Según Esteve, otro de los temas más relevantes es el de l’Albufera. La progresiva elevación del nivel del mar, fruto del calentamiento global, comportará la desparición de los parajes costeros y la reconfiguración de las playas. Jovi Esteve alertó ayer de la «crítica situación» en la que se encuentra el lago y remarcó «la necesidad de adoptar medidas para salvarlo».
Tal y como relata el Informe de Evaluación sober Cambio Climático del Grupo Intergubernamental de Expertos (IPCC), se prevé un incremento del nivel del mar Mediterráneo de hasta un metro debido al calentamientoi global causado por los gases de efecto invernadero, lo que inundaría gran parte del parque natural.
El metereólogo de Algemesí subrayó también que otra de las principales problemáticas que comportará el cambio climático en La Ribera será el aumento del riesgo de incendios. «El incremento de los periodos de sequía y el aumento de las temperaturas multiplica el riesgo de incendios, al producirse una mayor desecación de los materiales combustibles, aumentando así su inflamabilidad», señaló ayer Jovi Esteve.
Más consecuencias
El análisis y contrastación de los datos llevada a cabo por el meteorólogo de Algemesí refleja muchas más consecuencias. Según Esteve, desde los años 80, la temperatura media del aire ha aumentado en 0,4 grados en la Comunitat. La del Mediterráneo, triplica estos números: 1,4 grados en el mismo periodo.
Otro de los efectos que está teniendo el calentamiento global es el incremento exponencial de las noches tropicales-aquellas en las que las temperaturas no descienden de los 20ºC- que se han multiplicado por cinco en los últimos cuarenta años.
El profesional de la climatología ribereño inició ayer un ciclo de conferencias en las que se exponen los principales causas, consecuencias y valoraciones de los datos obtenido durante su investigación. Sus coloquios tienen como título «L’emergència climàtica», en la que destaca que el cambio climático es la principal amenaza de la población mundial.
«El calentamiento global se debe a actividades antropogénicas, es decir, a los humanos. Debemos empezar a tomar medias a nivel global para frenarlo», enfatiza Esteve, que ha obtenido todos los datos a partir de la información de sus estaciones climatológicas y por los estudios realizados por el IPCC, por la Agencia Estatal de Metereología y por el Centro de Estudios Medioambientales del Mediterráneo.
