El largo proceso para decidir la ubicación del vertedero comarcal afronta su recta final. Las empresas encargadas de elaborar el estudio complementario sobre la idoneidad del sector Pla del Roser de Guadassuar ya han finalizado el trabajo de campo y el Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna está a la espera de que tanto los técnicos que han realizado esta segunda fase de sondeos como el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), la entidad que ha supervisado los trabajos y cuyo informe es preceptivo para autorizar esta instalación, emitan sus informes para, en base a sus conclusiones, tomar una decisión.
Así lo explicó el presidente del organismo que gestiona los residuos de los 51 municipios de la Ribera y la Valldigna, Voro Montañana, en la última asamblea, precisamente el órgano al que corresponderá tomar la decisión. Montañana confirmó que las catas han finalizado tras demorarse más de lo previsto por las persitentes precipitaciones de los últimos meses y que los informes que tiene que elaborar las diferentes empresas están ya en tramitación.
Las conclusiones de las primeras prospecciones ofrecieron unas expectativas de resultados positivos, incidió el presidente del consorcio, que tras estas primeras catas en el Pla del Roser decidió encargar un estudio complementario en busca de una mayor concreción antes de tomar la decisión definitiva sobre la ubicación del vertedero, la tercera infraestructura que el consorio necesita para ser autosuficiente en la gestión de los residuos que se generan en su demarcación.
Montañana mostró su esperanza en que los informes puedan redactarse durante el mes de junio, aunque evitó señalar una fecha para convocar la asamblea que decidirá si el vertedero se construye en Guadassuar o se tiene que buscar un emplazamiento alternativo. «Mi deseo es tomar la decisión cuanto antes, pero no puedo afirmarlo con rotundidad porque no soy quien redacta los informes y, además, se trata de varios informes en cascada, ya que una empresa realizó la cata geofísica, otra la mecánima, y hay un director de obra designado por el consorcio. Todo eso se elevará al IGME, que tiene que redactar su propio informe y las conclusiones», detalló.
Voro Montañana anunció que en el momento que todos los técnicos se hayan pronunciado se convocará una asamblea con un único punto en el orden del día para dar cuenta de toda esta información con la voluntad de que sean los propios técnicos del IGME los que ofrezcan la explicaciones oportunas. «En función de lo que digan esas conclusiones actuaremos, pero es cierto que ya es cuestión de tomar decisiones, aunque no por parte del presidente, sino de la asamblea», indicó, mientras garantizaba total transparencia en este proceso para que sean los integrantes de la asamblea los que primeros dispongan de toda la inforamción.
Una espera de más de 15 años
La búsqueda de un emplazamiento para el vertedero comarcal se prolonga ya durante más de quince años. El consorcio Ribera-Valldigna ya cuenta con una planta de selección y otra de compostaje, ambas ubicadas en Guadassuar, y necesita un vertedero para gestionar el rechazo que se genera y ahorrarse los gastos de transporte a otras instalaciones.
El estudio realizado por el IGME en busca de un emplazamiento en base a las dos únicas opciones que el consorcio puso sobre la mesa, ya que solo Tous y Guadassuar habían mostrado su disposición a acoger estas instalaciones, señaló el Pla del Roser como un sector potencialmente apto mientras descartaba las alternativas de Tous al considerar que podían presentar problemas de permeabilidad.
