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La campaña más corta de aceituna deja un mínimo histórico de cosecha en la Ribera

El ligero aumento de kilos sobre la estimación inicial en la almazara de Turís que trabaja con productores de siete pueblos no evita una merma de casi el 87 % sobre la media de un año normal

Descarga de aceitunas en la almazara de Turís en una imagen de archivo. Levante-EMV

 La almazara Molino de Motrotón, una cooperativa de segundo grado que agrupa a productores de Turís, Montserrat, Montroi, Real, Catadau, Llombai y Yátova, ha cerrado la peor campaña de su historia y también la más corta ante la ausencia generalizada de cosecha. El ligero aumento de producción respecto de la previsión inicial hasta alcanzar los 330.000 kilos no ha impedido un descenso de casi el 87 % sobre la producción media de un año normal, 2,5 millones de kilos, y del 85 % si se toma como referencia la del último año, cuando entraron en la almazara 2,2 millones de kilos. El medio millón de kilos que se recolectaron en la campaña 2015/2016 constituía hasta ahora el año más flojo desde que se constituyó esta cooperativa en 1991.

Apenas un mes de campaña

La campaña de la aceituna apenas ha durado un mes en esta zona productora de la Ribera cuando habitualmente se prolonga durante dos meses y hasta dos meses y medio, explica el gerente de la almazara, Alberto Giménez, que detalla en apenas quince días había entrado prácticamente toda la aceituna recolectada.

La adversa climatología de la primavera, primero con las persistentes lluvias que provocaron la caída de abundante hoja de los olivos y después con las altas temperaturas de mayo que secaron la flor, ya auguraban una gran merma de producción. Giménez señala que, con esta previsión, ha habido almazaras que ni siquiera han abierto, si bien comenta que en el caso de Molino de Motrotón “estamos par dar un servicio, somos almazara y envasadora, y haya lo que haya tenemos que dar ese servicio”.

La única buena noticia que deja la campaña es la previsión de que el próximo año, si la climatología no la malogra, se prevé una gran cosecha “porque los olivos van a estar descansados y con todas sus reservas”, señala el gerente de la almazara de Turís. El olivo es un árbol que alterna años flojos con otros con una producción abundante en un fenómeno conocido en el sector como la vecería.

Alberto Giménez detalla que los 330.000 kilos de aceitunas aportados por los socios se convertirán en unos 60.000 litros de aceite, si bien por el funcionamiento habitual de esta cooperativa de segundo grado cerca del 80 % se la quedan los productores para consumo propio. “El funcionamiento de las almazaras es tener aceite para todo el año”, relata Giménez, lo que obliga a comprar a un tercero un producto similar al que se genera en Turís para mantener el servicio a los clientes en un momento en que el precio “está intocable” con casi cinco euros el kilo de aceite. “Al haber poca producción, porque también en Andalucía hay un 50 % menos que en otros años, creo que incluso va a subir más porque las existencias son escasas”, señala. “Las garrafas de cinco litros ya están por encima de 30 euros y eso hace mucho tiempo que se veía”, comenta.

Giménez detalla que, en previsión de ese incremento del precio, ya se ha detectado un aumento de la demanda que se ha traducido en un aumento de las ventas del 10 %. “En estos dos meses se ha vendido mucho aceite para evitar la subidas del precio y nos tocará volver a comprar porque hay que aguantar el año”. La almazara de Turís comercializa en un año normal en torno a 40.000 litros de aceite. Tiene en Holanda el principal mercado, aunque también exporta a Alemania.

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