El año 2023 no pasará a la historia como uno de los más lluviosos. De hecho, sucede lo contrario. El déficit de precipitaciones es generalizado y se ejemplifica a la perfección en el valle alzireño de la Casella. Entre enero y noviembre, los pluviómetros han recogido un 60 % menos de agua que en el mismo periodo de 2022.
La Casella es, tal y como ha explicado con anterioridad Levante-EMV, uno de los puntos más húmedos de la Comunitat Valenciana. Los expertos han estudiado su situación y han llegado a la conclusión de que está mejor ubicada para la incidencia de los vientos de levante. El viento tropieza con la montaña y necesariamente tiene que subir. Cuando hay inestabilidad, ese viento genera una nube que crece y como la incidencia del viento en todas las capas es de levante, continúa en esa dirección y llueve en la Casella. La forma propia de la sierra propicia, en definitiva, un microclima que es especialmente húmedo, por lo que durante episodios de lluvias, sus registros son muy superiores a los que muestran observatorios urbanos cercanos.
El valle alzireño de la Casella marca un nuevo récord de lluvia con 1.720 l/m2 tras un repunte del 21 %
Sin embargo, a lo largo de este año, las lluvias han sido más bien escasas si se comparan con los ejercicios anteriores. Entre enero y noviembre, la estación asociada a la red de la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet) ha registrado 665,3 litros por metro cuadrado. Casi un 60 % menos de lo que indicaba al cierre de noviembre de 2022 (1.607,9 l/m2). La comparación también resulta deficitaria si se ponen sobre la palestra los datos obtenidos en el mismo periodo de 2021, ya que se alcanzaron 1.405,4. De hecho, se da la circunstancia de que el acumulado de precipitaciones del mes de marzo de 2022 es superior al de los once meses ya completados del presente 2023, puesto que el observatorio anotó 747,4 l/m2, casi un centenar más.
Solo 3 meses por encima de 100 litros
El análisis de los datos pluviómetricos mensuales en el valle de la Casella revela, además, una importante diferencia entre los registros de 2021 y 2022 con los de este año. En los ejercicios anteriores, hasta en seis meses se superaron los cien litros por metro cuadrado, mientras que en lo que va de año ha ocurrido en tan solo tres. Además, las previsiones meteorológicas a corto plazo invitan a pensar que diciembre no se sumará a la lista de meses en los que se ha superado dicho volumen de lluvias.
Los altos registros de lluvia revelan un microclima muy húmedo en la Casella
En términos meteorológicos, el otoño se compone de los meses de septiembre, noviembre y diciembre (a diferencia de las estaciones astronómicas, que se rigen por los solsticios y equinoccios). En dichos meses, la Casella ha recibido prácticamente la mitad de las lluvias del año: fueron 292,2 litros por metro cuadrado en septiembre; 1,7 en octubre y 0,8 en noviembre. Sin embargo, las precipitaciones más importantes de este periodo se dieron a principios de septiembre. En la práctica, el valle alzireño, uno de los puntos más húmedos de la geografía valenciana, no ha recibido ni una gota de agua en aproximadamente tres meses.
El déficit de precipitaciones de este año no es exclusivo de la Ribera, se trata de una situación generalizada en la Comunitat. Desde que se instaló la estación en el paraje de la Casella, se ha situado entre los observatorios de Avamet más lluviosos. En estos momentos, también se encuentra entre los que más agua ha recogido, ya que en ninguno de ellos se han superado todavía los 700 litros por metro cuadrado. En el caso de la comarca, Albalat y Algemesí son las otras dos localidades con los registros pluviométricos más elevados, porque ambas se encuentran cerca de los 600 litros por metro cuadrado al sufrir los efectos de una Dana en septiembre.