Han sido tres meses de duras negociaciones entre la organización y el Ayuntamiento, un momento en que el evento estaba más fuera que dentro pero, finalmente, y gracias, sobre todo, a la voluntad de las dos partes por que se quedara, la tercera edición del SanSan Festival, el evento de música «indie» que en sus dos primeras ediciones reunió a más de 40.000 personas, se celebrará en la ciudad de Gandia.

Así lo confirmó la madrugada del lunes al martes la empresa promotora a través de un mensaje colgado en las redes sociales. Con este anuncio se supera, por fin, el principal escollo que mantenía bloqueada la organización del evento. Sin embargo, aún queda otro por aclarar: El lugar exacto de la ciudad en el que se celebrará. Y es que, pese a que las dos primeras ediciones tuvieron lugar en el complejo de ocio Wonderwall, no está del todo claro que este recinto llegue a tiempo de lograr todos los permisos de la Generalitat para acoger el festival.

Así que la organización cuenta con un «plan B» para que, sea como fuere, el festival no abandone la ciudad que le vio nacer. «Estamos muy satisfechos por que definitivamente el evento no se vaya de Gandia. Han sido tres meses de negociaciones muy difíciles con el ayuntamiento y la Generalitat», explicaba ayer a este periódico Nacho Rees, uno de los empresarios que promueve el evento, vecino de Gandia.

«Se ha buscado un lugar cómodo para la gente y que sea fácil de llegar», indicó, en el caso de que el Wonderwall no sea finalmente el recinto elegido. «Lo organizaremos todo para que sea fácil acceder con autobuses, que, seguramente, serán gratuitos para los sanseritos», explicó.

Rees reconoció que el festival estuvo a punto de emigrar. Había ofertas, entre otros, de Oliva, Benicàssim, Cullera e incluso Tavernes de la Valldigna. «Yo soy de Gandia y he puesto todo el empeño para que el festival se celebrara aquí», indicó Nacho Rees.

Las condiciones del consistorio

El empresario agradeció «la paciencia» de los «sanseritos», que, a través de las redes sociales, casi a diario, mostraban su disgusto porque la organización no anunciara la ubicación. «Tenían toda la razón -dijo Rees- porque hay que tener en cuenta que sin tener lugar ni artistas ya habíamos vendido 2.000 abonos y la gente quería saber qué pasaría con el dinero que se había gastado».

Desde la organización también destacaron la predisposición de todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Gandia, PSPV, Més Gandia, PP y Ciudadanos, a que el festival no se moviera de la ciudad ducal, como así se puso sobre la mesa de negociación entre las partes.

Básicamente, el SanSan Festival cumple los requisitos que reclamaba el Gobierno local de Gandia, que sea a coste cero para el ayuntamiento y que el lugar en el que se desarrolle cumpla con todos los requisitos que exige la ley. El propio Rees reconocía que «el ayuntamiento no puede poner dinero porque la situación económica es muy mala».

Cabe recordar que el pasado verano la alcaldesa, Diana Morant, compareció en una rueda de prensa en la que, con el rostro desencajado, anunciaba que el SanSan Festival no podría celebrarse más en Gandia. El problema era que el Wonderwall, el recinto en el que se celebraba, no cuenta con Declaración de Interés Comunitario, una figura necesaria para que su terraza, no urbanizable, pueda acoger este tipo de eventos especiales. A partir de entonces arrancaron unas negociaciones que han incluido una petición a la Conselleria de Territorio de la Generalitat Valenciana para que emitiera un permiso especial que permitiera celebrar el evento en ese recinto. De momento, este documento no ha llegado, de ahí que la organización disponga de ese «plan B» y no cierre la puerta a celebrarlo en otro lugar.