La línea ascendente que se adivinaba a principios de año para el mercado inmobiliario de la comarca de la Safor en lo que a compraventa de viviendas se refiere se ha confirmado en el segundo trimestre. Lo ha hecho con un crecimiento que ya sitúa al sector en niveles de hace nueve años, cuando la crisis empezaba a hacer mella, pero aún quedaba por delante una larga travesía en el desierto que ya parece prácticamente superada.

Y es que, desde el segundo trimestre del año 2008 no se había registrado en los 31 municipios de la Safor un número tan elevado en la venta de pisos como entre los meses de marzo y junio de este 2016.

En concreto, se cerraron un total de 895 transacciones, 345 más que en el periodo anterior, cuando sumaron 555.

Solo en los dos primeros trimestres de este año, es decir, de enero a junio, se han vendido 1.456 viviendas, lo que supone un 65 % de todas las operaciones que se registraron a lo largo del 2015. Si la tendencia sigue igual, el mercado inmobiliario podría llegar a final de año con las mejores cifras desde que estallara la crisis económica.

Para encontrar un número de operaciones de compraventa parecida a la registrada en el segundo trimestre de este año, hay que retroceder hasta el mismo periodo pero del año 2008. Entonces, se alcanzaron 923 ventas. Ese año, de hecho, fue el primero en el que se notó una importante bajada en las ventas. No en vano, se venía de un periodo en el que la venta de casas, pisos o locales superaba los 1.400 en un solo trimestre. Entre septiembre y diciembre de 2008 fue el primer periodo de la serie histórica en el que se bajó de las 1.000 ventas en un trimestre.

Las estadísticas provisionales que acaba de publicar el ministerio reflejan otra tendencia, si cabe, cada vez más marcada. Es el mercado de la vivienda usada el que concentra la mayor parte de las operaciones, mientras que la compraventa de inmuebles de nueva construcción es totalmente minoritaria.

Los expertos apuntan que ya empieza a verse cierta actividad en lo que a la construcción de nuevas edificaciones se refiere, sin embargo, es aún muy tímida y está muy lejos de volver a liderar el mercado, en tanto que el sector aún dispone de una gran cartera de casas y pisos de segunda mano vacíos, muchos de ellos en manos de entidades bancarias.

Gran parte de culpa de que entre marzo y junio se vendieran tantas viviendas en la Safor la tiene el hecho de que Oliva registrara el mejor dato de la serie histórica, que se remonta al año 2004.

En la segunda ciudad en habitantes de la comarca se cerraron un total de 350 transacciones inmobiliarias. Lo máximo a lo que se había llegado en este municipio era a las 300 del segundo trimestre del año 2006.

El último resultado de Oliva es paradigmático, más en un municipio en el que se ha llegado a registrar la irrisoria cifra de 44 casas vendidas, algo que ocurrió en el primer trimestre del año 2011.

No es de récord, pero no han ido mal las ventas en la capital de la comarca de la Safor. En Gandia, se registraron, entre marzo y junio, un total de 291 transacciones, la mejor cifra desde el segundo trimestre de 2015, cuando se alcanzaron las 299, y una de las mejores de la década.

En Tavernes de la Valldigna el trimestre también ha sido muy positivo. Con 62 transacciones, este municipio también ha registrado uno de sus mejores datos históricos.

Algunos expertos ya han alertado de que el país podría estar entrando en una nueva burbuja inmobiliaria, algo que podría resultar peligroso si no se gestiona de una forma racional por parte de las administraciones, las empresas y los propios ciudadanos.