Los vecinos de Xeresa llevan varios días quejándose de un fuerte olor que se puede sentir, sobre todo, en la zona del polígono. El ayuntamiento de la localidad, a través de un comunicado en su perfil oficial de Facebook, ha informado de que el problema se genera por el vertido que realizan algunos almacenes de naranjas ubicados en la zona industrial a la red de alcantarillado.

Estos, en su proceso de manipulado de la fruta, utilizan agua que luego se vierte al desagüe general. Este líquido lleva una importante carga de materia orgánica, especialmente podredumbre que se recoge de las naranjas, y eso, unido a la gran cantidad de agua que se vierte en estos meses de intenso trabajo en los almacenes, es lo que hace que emane ese fuerte olor.

Esta práctica no está permitida, pese a que no es la primera vez que se produce en Xeresa. Por eso, el Ayuntamiento contrató, ya el pasado mes de julio, unos análisis del agua para que los resultados sirivieran como pruebas para poder imponer multas a las empresas que vierten ilegalmente este material a la red.

De hecho, según explicó ayer a este periódico el alcalde, Tomàs Ferrandis, el año pasado ya se multó a varias mercantiles, con sanciones que superan los 3.000 euros. Por este motivo, alguna «ya se ha puesto las pilas» y ha colocado en sus instalaciones un decantador, un mecanismo que separa la materia orgánica del líquido y que permite que el agua llegue al alcantarillado libre de esos elementos que provocan los fuertes olores.

Incluso la Epsar, entidad que gestiona la depuradora, ha aumentado el número de análisis del agua respecto al pasado año, lo mismo que ha hecho el ayuntamiento. «Nos reunimos con los responsables de las empresas y ya les avisamos de que no íbamos a dejar pasar ni una y que nos íbamos a poner fuertes en esta cuestión», indicó Ferrandis. Algunas sí que han tomado medidas para evitar la situación pero otras, sin embargo, han hecho caso omiso,

El alcalde, eso sí, dejó claro que la única carga que lleva el agua es materia orgánica sin ningún tipo de producto químico, por lo que no hay ningún riesgo para la salud de los vecinos más allá del molesto olor que emana del alcantarillado en el polígono.

Tomàs Ferrandis también aclara que el problema en ningún momento se encuentra en la depuradora del municipio e insiste en que es el vertido de las empresas al alcantarillado el que provoca esos malos olores.