Ya no es una quimera. El mercado inmobiliario de la comarca de la Safor esté en plena ebullición tras más de un lustro de depresión. La compraventa de viviendas se encuentra, se podría decir, en un momento dulce, sin duda el mejor desde que arrancara una crisis del ladrillo que arrastró consigo a toda la economía española.

Un ejemplo: En un año, de 2007 a 2008, se pasó de vender 4.944 viviendas a lo largo de los 12 meses, a sumar 3.011,es decir, una diferencia de casi 2.000 unidades que se quedaron por el camino, en muchos casos en edificios recién construidos o, en el peor de ellos, a medio construir.

A partir de ahí, la bajada fue constante hasta llegar a apuntar, en un solo ejercicio, el mismo número de operaciones de compraventa que en un solo trimestre de los mejores años del sector. Un ejemplo es el 2013. Al final de ese ejercicio se habían registrado 1.911 ventas. Unos años antes, en 2007, se cerraban 1.473 entre marzo y junio.

Las cifras actuales siguen lejos de las de hace una década, sin embargo, su situación ha mejorado mucho con respecto al 2008, primer ejercicio completo de la crisis. En los primeros seis meses de este 2017, se han registrado en la Safor un total de 1.478 operaciones de compraventa, que suponen más de la mitad del total de transacciones que se cerraron durante todo el año anterior.

Solo en el segundo trimetre de se han vendido 823 inmuebles. Son algunas menos que el mismo periodo del pasado año. Esa pérdida, sin embargo, se compensa con con las cien más que se vendieron entre enero y marzo de este año en comparación con 2016.

Ciertamente, la vivienda de segunda mano es la que sigue impulsando al sector, sin embargo, ya se empieza a ver también cierto atisbo de recuperación en el mercado de los pisos y casas de nueva construcción.

Estos datos van en sintonía con los de otros indicativos que se interrelacionan. Uno de ellos es el continuo descenso del paro que se viene registrando en los últimos años tras mucho tiempo en el que ver la lista mes a mes era desalentador. Los bancos, además, han vuelto a abrir el grifo de los créditos, Más que nada porque son los más interesados en desprenderse de la abultada cartera de pisos de la que disponen.

Si se disgrega la cifra del segundo trimestre por municipios, llama la atención, y mucho, el dato de Gandia. La capital comarcal obtuvo el mejor registro de venta de viviendas en diez años. En total, sumó 399. Hay que remontarse hasta el tercer trimestre de 2007 para hallar una cifra mejor. Entonces fueron 493 pero corrían otros tiempos. Solo en lo que va de 2017, Gandia ha sumado la friolera de 724 operaciones de compraventa. La ciudad, además, ha experimentado un crecimiento del 22,7% en el segundo trimestre respecto del primero.

Otro municipio que también ha crecido de forma importante es Tavernes, al pasar de 31 transacciones entre enero y marzo a 79 desde abril hasta junio, lo que supone un incremento en las ventas del 54%. Oliva, lo mismo que las otras dos grandes ciudades, se ha apuntado un mayor número de venta de viviendas en el segundo trimestre, al pasar de 96 a 138, lo que en términos porcentuales supone un aumento del 43%.

Hay cuatro municipios en los que no se registró ninguna transacción. Se trata de Alfauir, Almiserà, Castellonet de la Conquesta y Llocnou de Sant Jeroni, los más pequeños. En Castellonet, de hecho, no se ha vendido ni una sola vivienda en lo que va de 2017.