Shay Miller anuncia su retirada

Es ley de vida. El carismático Shay Miller anuncia que deja el baloncesto a los 45 años de edad y 22 de trayectoria deportiva en España, casi la mitad de ellos ligado al deporte de la canasta de Gandia, donde sabe que para siempre tendrá su club y su casa.

Llegó en 1998 desde su natal Chicago al Club Bàsquet Cornellà, el primer lugar donde echó raíces de verdad. Estuvo seis temporadas en el club barcelonés y después militó en el Porriño de Galicia, CB Valls de Tarragona y Palma Aqua Magica de Mallorca antes de recalar en Gandia por primera vez en la campaña 2007-2008. Se fue a Huelva pero regresó a la capital de la Safor y tras una temporada en Alginet y San Sebastián, ha pasado los últimos seis años en Gandia, donde ha decidido "colgar" las zapatillas.

Miller, siempre con el dorsal número 15 en su camiseta, ha sido y es un jugador único. Con 2,05 metros de estatura y una envergadura de pívot puro, ha destacado por su físico, calidad, acierto, regularidad y carisma, convirtiéndose en un auténtico referente para sus compañeros, pero igualmente para los entrenadores, dirigentes, cantera y, por supuesto, afición.

Ha disputado más de 600 partidos oficiales en las ligas de la Federación Española de Baloncesto (FEB) con ocho temporadas en EBA, siete en LEB Plata, seis en LEB Oro y una en primera nacional, promediando durante el último año más de 25 minutos de media con 11,5 puntos y 10 rebotes, con más del 50% de acierto en tiros de campo y en la presente temporada 2019-2020 seguía al alza.

Miller aprovecha la suspensión de la competición para decir adiós con discreción, una actitud muy propia de un jugador que no ha querido nunca protagonismo pero que lo ha tenido por su valía fuera y dentro de las canchas. Se ha despedido con un mensaje en las redes sociales de Units pel Bàsquet Gandia antes de regresar a Estados Unidos.

El club lamenta su marcha porque, en la actual situación de crisis sanitaria del coronavirus, no le puede dedicar un homenaje de despedida como se merece. Pero todo llegará y cuando Shay vuelva de su país aquí le esperarán todos con los brazos abiertos para darle las gracias por todo lo que ha hecho en el baloncesto y, especialmente, en Gandia.

Su último entrenador y, además, amigo, Víctor Rubio, comenta sobre Shay Miller que «soy un privilegiado por haberlo podido disfrutar durante tanto tiempo, siendo el entrenador que más años lo he podido dirigir. Nunca volveré a entrenar y a dirigir a un jugador tan profesional como él, dentro y fuera de la pista. Somos unos afortunados en Gandia por tenerlo con nosotros con todos los valores que transmite. El baloncesto en esta ciudad va a cambiar mucho cuando no esté Shay. Tenemos el lujo de haber tenido a un jugador de otro planeta, pero ni siquiera así nos daremos realmente cuenta de quién es y qué significa Miller hasta que no lo tengamos. Solo queda que darle las gracias a que nos haya enseñando tantas cosas con su ilusión y ambición porque la vida hay que vivirla con la máxima pasión y él es un ejemplo. Debería de ser inmortal e interminable».