Los controles llevados a cabo el pasado fin de semana por la Policía Local de Gandia, coincidiendo con la reapertura de los pubs y discotecas de la ciudad, una vez se da por controlado el brote del covid-19 que surgió en esta ciudad, ha derivado en tres denuncias. Dos de ellas a clientes por no llevar la mascarilla facial obligatoria y una tercera a un local de ocio por sobrepasar la hora de cierre.

Según han señalado autoridades locales, de las visitas de los agentes policiales se deriva que ha habido responsabilidad y que tanto en los establecimientos como entre los clientes se han seguido las normas de seguridad para evitar la propagación del virus.

Los controles policiales se han llevado a cabo en otras localidades de la costa de la Safor, como Oliva o Xeraco, con el fin de obligar a mantener estrictamente las exigencias de las autoridades sanitarias y evitar que un nuevo rebrote del virus ponga en riesgo la salud de todos y, también, la actividad económica relacionada con el turismo que ha podido arrancar en este verano atípico.

En cambio, donde sí ha habido incumplimientos de normas ha sido en Benifairó de la Valldigna. Allí su alcalde, Josep Antoni Alberola, ha denunciado que en un camino rural hubo una fiesta en la que, además de dejar basura acumulada, los protagonistas causaron desperfectos en los bancales de la zona.