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El comercio cree que el cierre de Gandia será la «puntilla» al sector

La tarde del viernes y el sábado son los días de mayor venta de la semana, cuando muchos clientes son de otros pueblos de la comarca

El comercio cree que el cierre de Gandia será la «puntilla» al sector

Abatimiento. Es el sentimiento que mejor define al sector comercial de Gandia tras conocer la decisión de la Generalitat de confinar la ciudad durante los fines de semana. En realidad, desde el viernes a las 15 horas hasta el lunes a las 6, es decir, las horas en las que, probablemente, tanto las tiendas del casco urbano como las de los centros comerciales de la periferia más clientes reciban de toda la semana, y muchos de ellos procedentes de otros municipios de la comarca de la Safor. Porque, cuando a finales de esta semana entre en vigor por primera vez la medida, los vecinos de Bellreguard, Xeraco, Palmera, Tavernes o Ròtova, por ejemplo, no podrán entrar en Gandia sin una causa justificada que va desde el trabajo a acudir al médico o la atención de alguna persona vulnerable y, desde luego, comprar no es una de las excepciones que contempla la norma publicada ayer en el DOCV.

El sector comercial, además, llega a este cierre cansado, casi sin fuerzas después de un año muy duro del que, cuando aún no se habían acabado de reponer, les obligan a cerrar a las 18 horas y ahora les dejan si parte de su clientela en los días de más consumo. «Va a ser un desastre. Con las anteriores medidas se iba funcionando pero esto es diferente. No es un secreto que va a haber mucha menos circulación de personas en fin de semana», señala Pedro Izquierdo, presidente de la Cooperativa Comercial Centre Històric de Gandia, con tono casi compungido y reconociendo que es complicado ser positivo en esta situación. «Este cierre va a ser la puntilla que nos falta. Está todo fatal», indicaba ayer a este periódico.

El empresario arrastra el peso de una medida que sabe que puede ser muy negativa para el comercio pero también el desánimo que le llega de otros compañeros de la entidad. «Estoy preocupado por lo que hablas con otros compañeros», señala Pedro Izquierdo.

Un sector «castigado»

Idéntica sensación planea en las grandes superficies de la periferia. Javier Moreno Prada, gerente del Centro Comercial la Vital, considera que el cierre perimetral de Gandia en fin de semana afectará «negativamente» al tejido comercial de la ciudad. El dirigente apunta que entre un 25% y un 30% de los clientes que acuden a La Vital proceden de localidades de la comarca, «con lo que dicha medida perjudicará aún más a un sector ya castigado de forma severa por la pandemia».

El presidente de FAES, Juan Pablo Tur, por su parte, cree que las medidas «llegan tarde» y que se han hecho «sin ningún tipo de reflexión sobre el modo en que podrían afectar a los diferentes sectores». Desde la patronal tienen claro que este tipo de decisiones buscan «que los comercios cierren sin cerrarlos» porque «no les resulta rentable si los únicos clientes son los de la población». Tur, en todo caso, reconoce que «lo primero es la salud de las personas» pero considera que «la función de las administraciones es generar seguridad a la sociedad».

Multas a quien incumpla

A nivel institucional, la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, consideró ayer «acertadas» las medidas aprobadas por el Consell para perimetrar Gandia en fin de semana. La máxima autoridad municipal mostró «respeto» por la decisión y cree que «nos vendrá bien» porque «llegan en el peor momento de la pandemia», tanto en Gandia como en la comarca de la Safor. Morant apeló a la ciudadanía a cumplir con las restricciones porque «no podemos poner un policía en cada esquina» e informó de que los agentes multarán a quien las incumpla las normas.

El vicealcalde de la ciudad, Josep Alandete, no solo avaló las medidas sino que cree que «deberían ser más restrictivas» y pidió el autoconfinamiento a los vecinos y vecinas de la ciudad.

Desde la oposición, el portavoz del PP, Víctor Soler, considera que el cierre perimetral es «un error». En primer lugar, porque «el propio Ximo Puig reconoció que no era efectivo hace una semana, cuando levantó el de Oliva y Daimús» y, por otro lado, «porque es ridículo que un vecino de cualquier municipio de la Safor no pueda ir a comprar a Gandia pero sí al centro comercial de Ondara o a Oliva», sentenciaba Víctor Soler. Por su parte, Pascal Renolt, de Ciudadanos, considera «estupendo» que tomen medidas «por el bien sanitario» pero cree que el cierre perimetral «no tiene sentido». El concejal cree que un confinamiento «debería ir acompañado de ayudas para los sectores económicos».

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