Amancio Peñuelas, epidemiólogo del departamento de salud de Gandia señaló ayer, en conversación con Levante-EMV, que las reuniones familiares y sociales durante el puente de diciembre y, especialmente en las pasadas fiestas de Navidad, están detrás de la situación que ha llevado al mes de enero a ser el peor de toda la pandemia, con los contagios y las muertes disparados. «Durante esos días, las personas fueron a comer con amigos hoy, mañana con la familia y al día siguiente con la otra familia. Se han ido mezclando y produciendo esas relaciones muy intensas, lo que ha facilitado los contagios», explicaba Peñuelas. A eso se suma que «no se han tomado medidas individuales» por parte de muchas personas. «Es una cuestión de civismo», aclara el profesional sanitario.

El epidemiólogo aclara, además, que de todos los casos de infectados en la comarca de la Safor que se han mandado analizar no se ha detectado ningún caso relacionado con la cepa británica, por lo que la elevada incidencia está relacionada únicamente con el comportamiento cívico de las últimas semanas del pasado año.

Peñuelas explica que el porcentaje de contagios ha aumentado del 20% que se registraba a principios del mes de diciembren respecto a la totalidad de las pruebas PCR que se practican al día al 30% que se ha venido registrando desde después de las fiestas navideñas.

Por otra parte, el sanitario señala que se están realizando alrededor de 5.000 pruebas PCR y de antígenos a la semana por parte de los centros de salud y del propio hospital.

Peñueñas también señala que la mayoría de brotes son sociales y familiares, mientras que los escolares o laborales suponen un porcentaje muy bajo.