Decenas de usuarios sufren cada día las obras paralizadas de la estación de Tavernes

El agujero para el paso inferior de la vía se ha convertido en una balsa de agua estancada

Una persona cruza las vías en la zona de obras de la estación de Tavernes de la Valldigna, en una imagen de ayer. | T. Á. C.

Una persona cruza las vías en la zona de obras de la estación de Tavernes de la Valldigna, en una imagen de ayer. | T. Á. C. / Toni Álvarez CAsanova. Gandia

Los usuarios y las usuarias del Cercanías en Tavernes de la Valldigna están que trinan con Renfe. A las constantes cancelaciones de convoyes de la línea Gandia-Valencia en horas punta de llegada a trabajos o estudios, los retrasos o las incomodidades que generan las estrecheces provocadas por la masiva presencia de personas en los vagones cada día se suma también el estado en el que se encuentra la estación de este municipio.

Las obras que se estaban ejecutando para construir un paso inferior por el que cruzar la vías, además de renovar el edificio, llevan más de ocho meses paradas. Esa situación está provocando un severo malestar, ya que aquellos que utilizan el servicio de forma habitual se encuentran, en primer lugar, que no hay estación, ya que el edificio está a medio terminar, vallado y lleno de materiales de construcción y ello les obliga a tener que acceder a los andenes por una zona de taquillas instalada en un barracón prefabricado.

La zona de espera a la llegada de los trenes se ha estrechado por la presencia de vallas de seguridad que impiden el acceso a la zona de las obras, especialmente en el andén 1.

Sin duda, lo más llamativo de todo es que, desde hace meses, se ha formado una balsa de agua estancada en el gran agujero que ya se había perforado para la construcción de la galería de paso por debajo de las vías, con los problemas de insalubridad que ello puede generar, además de que puede convertirse en un foco de mosquitos.

El túnel no está, por tanto, operativo, y eso obliga a los pasajeros a tener que seguir cruzando las vías para pasar de un andén a otro, con el peligro que ello conlleva y pese a que en el municipio llevan décadas reclamando que se acabe con esta circunstancia que es, sin duda, de otra época.

A todas estas molestias se suma también la pérdida de puestos de aparcamiento, debido a que una parte del espacio está ocupado por maquinaria y materiales de construcción.

Quiebra de la empresa

El motivo por el que se paralizó la obra fue la quiebra de la empresa que llevaba a cabo los trabajos, como ya informó este periódico el pasado mes de julio. Esa cuestión obliga a Renfe, responsable del proyecto, a buscar otra mercantil que se haga cargo. Pese a que entonces el estamento público de gestión ferroviaria ya argumentó que el problema estaba en vías de solución, que era «cuestión de semanas» y que los trabajos se podrían retomar tras el verano, a día de hoy todo sigue igual.

Desde la entidad volvieron a insistir ayer, a preguntas de Levante-EMV, que «seguimos con el proceso de cambio de contratista de la obra».

Al tratarse de una cuestión que compete a Renfe, el Ayuntamiento de Tavernes tiene escaso margen de maniobra. Pese a ello, y consciente de que son muchas las molestias que genera esta situación a sus vecinos y vecinas, y también a los que llegan de Simat y Benifairó, el consistorio ha llevado a cabo una serie de actuaciones, especialmente durante el pasado verano, como mejorar la iluminación en la zona del aparcamiento por parte de la Concejalía de Servicios que dirige el edil José Enrique Cuñat, y reforzar la presencia policial, consicentes de que se trata de una zona apartada. Además, representantes del gobierno se reunirán con Renfe el próximo 25 de octubre para conocer la situación, como ha confirmado el concejal de Urbanismo, Juan Bautista Talens.