Universitarios de Gandia se quedan sin beca para alquilar piso en València

Familiares de estudiantes denuncian que por primera vez el Ministerio está rechazando la ayuda de residencia con el argumento de que tienen medios de transporte directos como el tren

El campus de Vera de la UPV, en una imagen de archivo.

El campus de Vera de la UPV, en una imagen de archivo. / Levante-EMV

Josep Camacho

Varias familias de estudiantes universitarios de Gandia han denunciado a este periódico la denegación prácticamente sistemática de las ayudas a la residencia, un tipo de beca que concede el Ministerio de Educación a aquellos alumnos que necesitan vivir en un piso de alquiler o residencia, en este caso la capital, València, durante todo el curso. 

Los afectados manifiestan su perplejidad, porque es una ayuda que en los últimos años sí se ha concedido sin ninguna cortapisa, incluso tienen hijos de segundo o tercer año académico que en el primer curso sí se la otorgaron y en este último, no.

Por ello, muchas ya se han organizado a través de un grupo de Whats App, al tiempo que han presentado alegaciones a la resolución desfavorable que les ha llegado, además de expresar sus quejas a los organismos públicos correspondientes. El problema podría afectar, al menos, a una treintena de estudiantes, tanto de la Universitat de València como de la Politècnica. 

Estas ayudas han aumentado, de 1.600 euros a 2.500 euros al año, pero todo apunta a que, a cambio, se ha aplicado un criterio más restrictivo. Así, el Ministerio de Educación está esgrimiendo que, con independencia de la distancia, existen medios de transporte directos entre Gandia y València, como pudiera ser el tren de Cercanías, por lo que no cabe concederla.

En honor a la verdad, este aspecto siempre ha estado contemplado en la «letra pequeña» de las bases, pero es la primera vez que se aplica de manera tan tajante, según los familiares. Otro factor para denegar esta beca es si algún miembro de la unidad familiar tuviera un piso más cercano al centro de estudio. 

Ahora bien, como explica la madre de una estudiante afectada, que prefiere mantener el anonimato ya que el expediente todavía están en fase de alegaciones, para llegar de la Estació del Nord a las universidades los chicos también necesitan coger el metro o el tranvía. «Mi hija tarda dos horas en cada viaje entre Gandia y la universidad, y eso en el mejor de los casos, porque ya sabemos los continuos retrasos en Cercanías, pierden cuatro o cinco horas en el trayecto cada día, amén de que puedan llegar puntualmente a clase, por lo que preferimos que vivan en un piso», añade. 

Además, se da la paradoja de que los universitarios que estudian en la Católica, con sede en Godella, o en el campus de Burjassot sí que han recibido esta ayuda al tratarse de otros municipios diferentes, por lo que a los demás les parece «injusto» ya que, al fin y al cabo, están en una misma área metropolitana. «Nos dicen que pueden tardar un año en resolver el recurso, por lo que de momento vamos a tener que pagar el alquiler los padres», se lamentan estos familiares. 

Fuentes de la Universitat de València consultadas aseguran que la última palabra en este asunto la tiene el Ministerio de Educación, y que su unidad de becas sólo se limita a tramitar las solicitudes, y si acaso completa algún dato que falte, como la distancia en kilómetros, pero sin entrar a valorar el expediente.