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Cómo lavarte los dientes para no tener mal aliento: ojo porque lo has hecho mal siempre

Los patógenos se multiplican en la boca en determinados momentos y es fundamental saber cómo eliminarlos de manera efectiva

Cómo lavarte los dientes para no tener mal aliento: ojo porque lo has hecho mal siempre

¿Te cepillas los dientes antes o después de desayunar? La gran mayoría de la gente lo hace después porque lo normal es limpiárselos una vez que se ha comido, para eliminar los restos de alimentosy bebidas que puedan dañar las encías y las piezas dentales. Si tú también eres uno/a de ellos, has de saber que lo has estado haciendo mal toda la vida puesto que lo correcto para gozar de una buena salud y acabar con el mal aliento es hacerlo antes de desayunar. Te explicamos por qué.

Al dormir, tu cuerpo deja de producir saliva (al menos no genera tanta como cuando estás despierto) para evitar que tengas que estar tragándola toda la noche. Y la ausencia de saliva es fundamental para que se multipliquen las bacterias dañinas en el interior de tu boca. De ahí que, cuando nos despertamos, lo hagamos con mal aliento: no es para menos, si echas un vistazo a tu lengua, te darás cuenta de que muestra como una capa blanca. No te asustes: forma parte del proceso de regeneración que experimenta el cuerpo mientras descansamos.

Al levantarnos, expulsamos todo aquello que no es beneficioso para el cuerpo: nuestra orina es más amarilla, suele haber mucosidad e incluso tos, legañas en los ojos y la lengua exhibe todas las sustancias de desecho que el organismo ha expelido durante el reposo nocturno y que son visibles en esa capa blanca que la tapiza. Lo habitual es que, al despertarnos, visitemos el baño, nos lavemos la cara y nos sonemos cuando es necesario pero, sin embargo, no es habitual lavarse los dientes sino sentarse a desayunar.

Y ahí está el error. Al ingerir alimentos sin haber desterrado esa capa de bacterias que el cuerpo ha expulsado a la boca durante la noche, estamos tragándonoslas y, por tanto, volviendo a intoxicarnos con esos materiales de desecho. Luego, después de desayunar, nos lavamos los dientes, pero las bacterias ya están de nuevo en el interior de nuestro organismo pudiendo generarnos problemas digestivos y halitosis.

Qué hay que hacer

Para evitar esto, lo ideal sería lavarse los dientes antes de desayunar, igual que orinamos, nos sonamos o nos lavamos la cara, arrastrando con esas acciones todas las sustancias y bacterias de las que el cuerpo se ha deshecho durante la noche. Si, además, lo hacemos con una pasta de dientes que respete el equilibrio natural de nuestra boca y no cuente con el triclosán entre sus ingredientes, mejor que mejor, puesto que así sólo eliminaremos las bacterias buenas y no las malas.

Es muy importante cepillarse también la lengua para eliminar esas bacterias dañinas que se acumulan allí a modo de alfombra y que son las que nos generan el mal aliento matutino. Lo ideal es utilizar un raspador lingual para acabar con esa capa de toxicidad. Si lo haces, te darás cuenta inmediatamente de cuánto material de desecho se acumula en la lengua cada noche. Si no puedes, al menos cepillátela con movimientos de dentro hacia fuera: se trata de sacar los patógenos, no de empujarlos de nuevo hacia el interior del organismo.

La importancia de lavarte los dientes antes de desayunar.

A continuación, deberías enjuagarte la boca y ya estarás preparado para desayunar sin problemas. Eso sí, cuando acabes de comer, deberías volver a cepillarte los dientes para eliminar, esta vez sí, los restos de comida y bebida que puedan provocarte caries u otros problemas bucales.

Beneficios de cepillarse los dientes antes de desayunar

Si por la mañana, antes de comer o beber nada, eliminas esa capa de bacterias dañinas que se acumulan en la lengua, tus beneficios para salud serán importantes. Lo primero de todo es que mejorarás en líneas generales tu salud digestiva, tal como destaca el perfil de Clorofilavida, una coach en el cambio de hábitos saludables, pero también estarás contribuyendo, cada día un poco más, a que los patógenos causantes del mal aliento queden desterrados de tu boca y, por lo tanto, eliminarás la halitosis y la cortarás un poco más de raíz con este pequeño gesto.

Pero, además, también gozarás de las siguientes ventajas si te cepillas los dientes antes de desayunar, tal como destaca:

  • mejor digestión
  • disminución de la toxicidad
  • mejora del equilibrio intestinal
  • sistema inmune más fuerte
  • mayor producción de serotonina
  • reducción del mal aliento
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