Resulta sorprendente la polémica surgida por su participación en el Carnaval de Gran Canaria. ¿Ha sido tan grave?

Esta situación que se ha creado sólo viene de una parte de la sociedad panameña. No es todo el pueblo. Pienso que la mayoría de panameños no le ve mayor problema, hay otros problemas más importantes. Empresarios, amigos y colegas se han puesto en contacto conmigo estos días para demostrarme su apoyo, por lo tanto no creo que sea justa la imagen internacional que se está dando de mi país a cuenta de mi participación en las fiestas.

¿Allí son conscientes de la mala imagen que está dando su país, al que acusan de homófobo, radical, atrasado y tercermundista, por sólo citar cuatro de los calificativos que le han dedicado estos días a Panamá en diarios y webs europeas?

Creo que allí no son conscientes. Esto comenzó como una mofa hacia mi persona, pero no calibraron hasta qué punto se podía hacer daño a la imagen de Panamá. Quienes han iniciado esta polémica buscaban hacer daño a las instituciones, pero no supieron mirar más allá y calcular el efecto negativo que podía generar en la opinión pública de Europa, de España y, sobre todo, de Canarias.

¿Cree que se ha politizado el asunto?

No me atrevería a decir que ha?ya fines políticos. De lo que sí estoy seguro es de que con esta campaña contra mi persona tratan de atacar al GTobierno de la República, que está haciendo un excelente trabajo.

Usted ha entablado buenas relaciones con el empresariado canario, con el cuerpo consular y la clase política y ha generado un volumen de negocio de más de 400.000 euros en materia portuaria para Panamá. Con estos antecedentes chirría un po?co que el Gobierno panameño haya aceptado su dimisión por haber salido disfrazado una noche al carnaval.

Desde el día que llegué a España, a Madrid, en septiembre de 2009, he estado trabajando por mi país. Los resultados están ahí, pero eso que comenta sobre la decisión de mi gobierno no debo responderlo yo. Lo que sí digo es que fui yo quien tomó la decisión de renunciar para no generar problemas, pero también admito que en Canarias me quedan muchas cosas por hacer. Eso sí me da pe?na.

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria ha salido en su defensa. ¿Y el Gobierno de Canarias?

Sí. También me han comunicado el apoyo del presidente de Canarias, Paulino Rivero, en su nombre..

¿Y usted se quiere ir?

En absoluto. Pese al linchamiento del cual he sido víctima por un sector, adoro Panamá, pero mi intención era instalarme aquí.

Suena a despedida.

Es que ahora mismo es una despedida, es un momento personal de incertidumbre. Soy un hombre que cree en Dios y todo lo dejo en sus manos, pero llevo días sin poder dormir.

¿Es usted homosexual?

No. Respeto todo tipo de opciones sexuales y valoro a las personas por su moral y su ética profesional. No hago ningún tipo de discriminación.

¿Son homófobos los panameños?

En Panamá, la homosexualidad no es un problema. Es lamentable que se haya podido transmitir esa imagen de mi país por unas simples fotos que no colgué en Facebook.

¿No hay carnavales en Panamá?

Sí, y son maravillosos, pero no hay tradición de disfraz.

Pero ustedes, el cuerpo diplomático, se deberán adaptar a la vida social y cultural de los lugares en los cuales trabajan. ¿No es así?

Sí. Debemos adaptarnos y respetar las costumbres del lugar.

Entonces, ¿cómo su gobierno admite que usted dimita? ¿No cree que queda también muy mal el Gobierno panameño con la decisión de sacarlo de Canarias?

Ésa es su opinión, pero discrepo con que el Gobierno de Panamá quede mal con sus decisiones. Hay que aceptarlas y yo, que soy un leal empleado de este gobierno, quizá el mejor gobierno que ha tenido Panamá en los últimos tiempos, acato sus órdenes. Lo que espero es que esta mofa no genere un conflicto diplomático serio, porque, para Panamá, Canarias es un referente en materia turística y portuaria, por poner ejemplos.

Y todo por una foto en los carnavales.

Pues sí. Quizá sea cierto eso de que soy cónsul las 24 horas del día, pero no era mi intención generar esta situación. De hecho, aquella noche ni pensaba salir pero estaba invitado. Unos amigos me dejaron el disfraz, era carnaval también en Panamá... No sé... Esa noche vi a niños disfrazados, a señores mayores vestidos de mujer, a algún futbolista, muchos empresarios, políticos y cónsules disfrutando de su vida privada.

¿Cree que se le ha tratado injustamente?

Creo que todo ha sido muy injusto.

Si su gobierno recupera la cordura y el año próximo continúa usted en su cargo de cónsul en Canarias ¿volvería a disfrazarse de viuda?

No iba vestido de viuda. Y no, no volvería a crear polémica.

¿Sabe que los colectivos de gays y lesbianas están que trinan con la postura homófoba de los panameños?

Muchos se han puesto en contacto conmigo para mostrarme su apoyo. Igual que la gente que me para por la calle para decir que están conmigo. Estoy abrumado con las muestras de solidaridad por parte el pueblo canario y querría decirles a los diversos colectivos que si aparentemente se detectan algunas reacciones homofóbicas, se trata de un pequeño y equivocado sector. Pase lo que pase, siempre llevaré a Canarias en mi corazón.