Beyoncé abandonó de madrugada y bajo grandes medidas de seguridad el hospital de Nueva York donde dio a luz este fin de semana a su hija, rodeada de polémica por el malestar de los familiares de varios pacientes del centro médico que criticaron la actuación de los guardaespaldas de la artista.

Cuarenta y ocho después del nacimiento de la pequeña Ivy Blue, el pasado sábado, la cantante tejana y el rapero Jay-Z dejaban el hospital de Manhattan. La estancia de Beyoncé en el centro médico estuvo rodeada de una buena dosis de polémica ya que varias personas han asegurado a los medios de comunicación que los servicios de seguridad contratados por la pareja les impidieron durante horas visitar a sus hijos recién nacidos, en la misma planta donde se encontraba la artista.

Según el periódico Daily News, la pareja llegó a pagar 1,3 millones de dólares para cerrar la sexta planta del centro y decorar la habitación donde se instaló la familia tras el alumbramiento, una información que el hospital desmintió ayer.