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l Día Internacional de la Mujer se ha venido conmemorando de muchas maneras. Allá por 1994, la entonces consellera de Cultura, Pilar Pedraza, propició en el teatro Principal una "Gala lírica" integrada por excelentes voces femeninas, entre las que recuerdo a Isabel Monar, Silvia Tro y Ofelia Sala, todas ellas con una brillante trayectoria posterior en los grandes escenarios internacionales.

Este año ha sido el Hotel Astoria quien ha querido reunir en una comida a unas cuantas mujeres valencianas. Que no cantamos (a lo mejor, en la ducha) pero que nos movemos en diversas actividades. Dominaba el periodismo, sin duda por aquello de que nos metemos en todas partes: Mariola Cubells, Marosa Montañés, Ana Mansergas, Ángela Valero de Palma, Eva Montesinos, Sylvia Kelle y María García Chuliá. Había diseñadoras de distintos campos, como Sandra Figuerola, Hortensia Maeso y Zdenka Lara. Y también, las que llevan adelante diferentes empresas: Lorena Oliver, de Araventum; Pilar Ballesteros, de Sesderma, y Carmen Blasco, de Aecta, además de Mónica Peris, gerente del Astoria, como anfitriona: Quince mujeres, incluyendo a la que esto suscribe. Largas melenas juveniles junto a cabellos a los que ya asoman las canas, pero un entendimiento sin barreras y una feliz convivencia, a la que contribuyó el buen hacer de Toni Viera (veintitrés años en el Astoria), sirviendo primorosamente el buen menú. ¿Temas comunes en la incesante charla? Sobre todo, las dificultades para conciliar trabajo y familia, asunto candente del que tanto se ocupa Marosa Montañés. Y el deseo de que pronto deje de ser preciso un "Día de la Mujer" para dar fe de nuestra existencia y peso social.

Otra fiesta, muy distinta, se celebró en el Paraninfo de nuestra venerable Universidad, desde cuyas paredes parecían observarnos los retratos de rectores y prohombres de su historia, presidida por la hermosa exhortación: "Ameu saviesa e bon saber apres Deu". ¿Qué pensarían aquellos sabios desde sus marcos al ver evolucionar a la bella soprano Yolanda Marín cantando Doña Francisquita? Probablemente habrían aplaudido, como lo hicimos todos en el concierto de la Coral Polifónica Valentina y sus solistas. Porque el acto era solemne y alegre a la vez. La proclamación de Roseta y Alfredo Esteve como Clavarios de la Asociación de la Pila Bautismal de San Vicente Ferrer tuvo un matiz entrañable, fruto de la simpatía que despierta la pareja de hermanos, tan presta siempre a su colaboración en las tradiciones valencianas. Así lo resaltó la mantenedora, Mayrén Beneyto, en un emotivo discurso en el que supo unir los orígenes e infancia de San Vicente con el calor familiar que desprende y rodea a los Esteve, a quienes animó a seguir fieles a nuestras hondas raíces. Fue justamente ovacionada, como también se aplaudió la intervención del presidente de la asociación, Luis Torres, y la imposición de medallas a los protagonistas. Que gozaron de una acogida numerosa y afectuosísima. No faltaron el alcalde y corporación de Meliana, con el cura párroco Enrique Arce, representaciones de la falla La Armonía de dicha localidad y la de Pizarro-Conde de Altea, de Valencia. Pieles y joyas en los atuendos femeninos y trajes impecables en los masculinos. Allí estuvieron el pintor Enrique Senís Oliver, los matrimonios Juan José Moya-Cristina Rosario, Esperanza y Salvador Vila, Enrique Silla-Ana M.ª Mira, Vicente y Amparo Moret, Alfredo Granell y señora, Marisa Marín, M.ª José Navarro, Inmaculada Hernández, Pepa Navarrete, José F. Ballester Olmos, Ramón Almazán, Enric Esteve y muchos más. Hubo flores para Roseta, abrazos para Alfredo y satisfacción general.