Iraila Latorre recibió ayer el conmovido adiós de familiares, compañeros, profesores y otros concursantes de La voz kids en una ceremonia civil en el tanatorio de Campanar, en Valencia. Sin embargo, la niña cantante, de once años, fallecida el pasado lunes tras una lucha de cuatro años contra el cáncer, estará esta noche en las pantallas de televisión de toda España. Telecinco anunció ayer que mantiene la emisión íntegra, sin cortes, del programa en el que participaba Iraila.
«Respetando el sentimiento de la familia de Iraila, Telecinco emitirá mañana [por hoy] La voz kids sin ninguna modificación sobre el contenido grabado hace meses [en julio de 2013]», señaló la cadena en un comunicado.
Representantes de Mediaset España y de la productora Boomerang TV viajaron el martes a Valencia para transmitir el pésame a los padres de la niña y conocer su voluntad sobre la presencia de la niña en el concurso. La televisión estaba dispuesta a volver a editar el programa para que Iraila no apareciera, pero los padres dieron la autorización ayer a la emisión íntegra, informó Telecinco.
Este era el sentimiento dominante en los comentarios en la página de Facebook de la niña, cuyo sueño era la canción.
La música reinó ayer en una emocionante ceremonia de despedida de la pequeña. Los sones de Diamonds la canción de Rihanna con la que compitió en La voz kids sonaron interpretados por una violonchelista y un violinista. Una foto de Iraila y coronas de flores blancas una de ellas de los concursantes de La voz kids fueron situadas junto al féretro, sobre el que los compañeros de colegio de la pequeña, «un diamante en las estrellas», depositaron las rosas blancas que portaban en sus manos.
Versos de Llach y Martí i Pol
Las palabras de la directora de la Escola Comarcal de Picassent (el colegio donde estudiaba Iraila), de otros profesores y de amigos a veces, entre lágrimas intentaron consolar a los padres de la niña, rotos por la emoción en el primer banco de la sala.
Los versos de Lluís Llach y también de Miquel Martí i Pol (Gira la roda del temps) sonaron en la voz de algunos de los que quisieron despedirse con su voz de Iraila, a la que dieron «un sobresaliente en la escuela de la vida», y de la que destacaron su lucha contra el cáncer sin perder la alegría como «una lección de superación». Tras la ceremonia civil en valenciano y castellano, los restos de Iraila fueron incinerados en el tanatorio de Aldaia.
