En cuanto abre la boca para hablar, el espectáculo está garantizado. Antonia Broglia, embajadora senior para Europa de TEDx, las licencias locales de las conferencias TED (Tecnología, Entretenimiento y diseño) en Madrid, organismo surgido hace 30 años en California que organiza charlas para convertir las palabras en ideas que cambien la sociedad, analiza en esta entrevista la capacidad de comunicación de líderes políticos como Tony Blair, Mariano Rajoy o Pedro Sánchez y sociales como el Papa Francisco. Italiana temperamental, nacida hace 55 años, Broglia puede ser balsámica como el vinagre, grandiosa como una ópera de Verdi y tan rápida en la respuesta como los Ferrari de su Módena natal. Tiene tanta fe en la palabra que piensa que sin el mítico discurso de Luther King en 1963, Obama no habría llegado a la Casa blanca. Esta experta en comunicación aconseja ir al trapo para arrancar con fuerza un discurso y no perder el tiempo en cortesías cuando coges un micrófono y te enfrentas al público.
Dígame Antonella, ¿en qué consiste la Conferencia Tecnología, Entretenimiento y Diseño, conocida como la TED?
Es una conferencia que se celebra desde hace 30 años en California y que se centra en el debate sobre Tecnología, Entretenimiento y Diseño. Los grandes maestros de estas disciplinas explican sus ideas en turnos de 15 minutos. Hace cinco años decidieron dar licencias locales a este invento y yo he conseguido la de Madrid.
¿Es un foro elitista?
La conferencia TED sí es elitista porque tiene un número cerrado de participantes y la inscripción cuesta varios miles de dólares. Pero los que tenemos la licencia organizamos charlas gratuitas o que cuestan un máximo de 80 euros. Lo cierto es que luego todos los vídeos, tanto de TED como de los TEDx locales, se cuelgan en internet, así que a lo mejor no puedes presumir de haber estado junto a Bill Gates, pero sí que puedes escuchar su conferencia. ¿Sabe que la charla de sir Ken Robinson sobre por qué la escuela mata la creatividad ha tenido más de 18 millones de descargas? Ese tipo de intervenciones cambian la mentalidad de las personas porque les hacen pensar.
¿Qué buscan ustedes?
Lo que hacemos es seleccionar ponentes para que expongan sus ideas, siempre que sean novedosas y que estén sustentadas en el conocimiento, la experiencia y la investigación. Buscamos ideas que merezcan la pena para favorecer el desarrollo de la sociedad.
¿Cuándo consideran ustedes que una idea es buena o interesante?
No hablamos de ideas buenas, sino de ideas que merecen la pena difundir porque generan un debate y conducen a nuevos conocimientos. El otro día una señora expuso su propuesta sobre la cría de insectos para alimentar a las personas y es ella misma la que los cría. A mí me puede parecer esto vomitivo pero entiendo que los seres humanos tenemos que buscar nuevas formas para alimentarnos. Por su parte, un señor que hace comida con impresoras en 3D demostró en el mismo foro que ese alimento puede ser sano, adecuado y bastante natural.
Con tanta originalidad supongo que no tendrá en alta estima la enseñanza que se imparte en España.
En las escuelas públicas españolas hay muchos profesores que ya enseñan de una forma diferente, no tan memorística. El profesor es lo más importante de la enseñanza y veo con satisfacción que se están creando redes que promueven una enseñanza con más debates. Los profesores deben de liderar el cambio en la enseñanza porque la innovación en la educación se hace desde la base y no desde los ministerios.
¿De verdad cree que las palabras pueden cambiar nuestras vidas?
No existe ninguna idea, proyecto o planteamiento que no tenga su origen en la palabra. Si Martin Luther King no hubiese proclamado en 1963 su discurso Hoy tengo un sueño, casi seguro que Obama no habría llegado a la Casa Blanca. El lenguaje expone nuestro pensamiento. De poco vale tener ideas en la mente si no se las puedo exponer a los demás. No sirve de nada que te guste alguien si no se lo dices.
Pero vaya chasco si somos rechazados...
La vida es riesgo. Si a alguien no le gustas y te rechaza, pues te aguantas y de inmediato pasas página. La belleza de esta vida es que lo que hoy te hace sufrir mañana ni te importa.
¿Cómo se hace un buen discurso?
Un discurso es comunicar algo, transmitir un mensaje, hacer que el otro te entienda. Hablar para el otro no es fácil porque muchas veces hablamos para nosotros mismos.
Es que no es fácil hablar para los demás, ¿verdad?
Es muy difícil porque la gente no está preparada para ponerse enfrente del público y hablar con naturalidad. Cuando comienzas a hacerlo lo primero que te pasa es que comienzas a sudar.
¿Cómo se supera ese miedo escénico?
Solo hay una fórmula: prepararse, prepararse y prepararse.
¿Qué le parecen los discursos de los políticos españoles?
Unos me gustan y otros no tanto. Me gustaban mucho los de Tony Blair porque transmitía sencillez, proximidad y calidez. Parecía que te hablaba tu primo. Era muy natural y seguro que le hacían los discursos.
Mójese, por favor, con los políticos españoles.
Me gustaba mucho Juantxo López de Uralde, de EQUO. Es un poco tosco pero cuando abre la boca notas que es un ecologista de verdad.
¿Qué le parece el discurso de Pedro Sánchez?
Lo he escuchado poco y no sé juzgarlo. Veo a alguien joven que comunica frescura y que me interesa.
¿Qué le dice el discurso de Rajoy?
Es la tranquilidad y el no perder los papeles ni en los peores momentos. El discurso tranquilo de Rajoy tiene poder porque te hace pensar tú tampoco debes perder la calma.
¿Y el del Papa Francisco?
Veo que el discurso del Papa es una estrategia de apertura del Vaticano y me gusta. Prefiero ese diseño a uno conservador. Que el Papa pronuncie las palabras divorciado y gay vale mucho.
¿Hasta qué punto es vital arrancar con fuerza un discurso?
Es clave porque la gente está expectante y predispuesta a escuchar. Al comenzar un discurso hay que ir al trapo. No puedes perder minutos en dar las gracias por la invitación. Las frases de cortesía en un discurso son mejor dejarlas para más adelante.
¿Por qué los políticos de hoy no consiguen emocionar?
Quizá les falta el relato de la vida cotidiana. Tienen que ser más concretos, ir más al grano y, sobre todo, no engañar.
¿Implica esto incluir referencias personales?
¡Cuidado! Puedes echar mano de referencias personales pero siempre que sean ciertas. La falsedad se descubre al vuelo.
¿Cómo distingue usted a la primera a un buen orador?
Un buen orador te engancha enseguida porque te descubre muy bien desde el primer momento lo que te quiere contar, te expresa la urgencia que tiene por contártelo y te lo presenta como algo fundamental para ti.
¿Qué influencia ejercen las nuevas tecnologías en la comunicación?
Las nuevas tecnologías son muy útiles pero han mermado nuestra capacidad de prestar atención.
¿Sigue valiendo una imagen más que 1.000 palabras hoy que hay tantas imágenes?
En absoluto y cada vez menos porque estamos bombardeados de imágenes hasta la nausea y eso ha hecho que pierdan su valor.
Así que la palabra marca la diferencia, según usted.
La palabra marca sin duda la diferencia. A lo mejor es porque yo no tengo talento para las imágenes y por eso me paso el día hablando. Ser italiana también me marca, claro.
Dígame por favor cómo son las italianas.
Solemos ser impulsivas. A lo mejor tendría más resultados si controlase mi espontaneidad, pero no puedo frenar mi extroversión.
