En un artículo reciente (año 2017) en la revista Theoretical and Applied Climatology acerca de la modificación urbana en las temperaturas y precipitaciones de 17 megalópolis del mundo, entre las cuales está la ciudad de Madrid, muestra cómo el aumento de temperaturas en las series térmicas urbanas es más importante que en las series rurales, mientras que, por el contrario, no en todas las series urbanas hay un aumento de la precipitación respecto a las series rurales, y que en algunas ciudades se observa una disminución de la precipitación respecto a las áreas rurales.

Esto responde a la diferencia observada en el balance energético y la cantidad de suelo impermeable, y a las condiciones climáticas de cada ciudad. En las ciudades de clima húmedo el incremento de suelo impermeable produce una reducción de la precipitación, ya que los alrededores de la ciudades tienen más cantidad de suelo verde respecto al centro, por ejemplo en Tokio, ya que hay una menor emisión de calor latente respecto el calor sensible, hay una disminución de la tasa de Bowen.

No obstante, también hay ciudades de clima árido, como El Cairo, donde a pesar de la mayor cantidad de suelo verde en el centro urbano -aunque los alrededores sean un desierto- también durante los últimos años se ha observado una disminución de las lluvias. No obstante en esta última ciudad la precipitación media es más elevada en las afueras respecto al centro urbano.