En enero de 2016 hubo una subida térmica récord en Omolon, pueblo situado en Siberia. La temperatura subió 37 ºC en 2 semanas. Se pasó de -34 ºC a 3 ºC, la temperatura máxima absoluta en este pueblo el mes de enero. Este incremento térmico no fue producido por las situaciones típicas de advección de aire marítimo del noroeste, que provocan un aumento de la temperatura por efecto del viento, la nubosidad y nevadas y eliminan la inversión térmica producida por el anticiclón siberiano de origen térmico. La causa de la subida térmica fue el establecimiento de un fuerte anticiclón cálido de origen dinámico que se extendía desde el mar de Bering hasta el oeste de Siberia. En las últimas décadas se ha observado un fuerte incremento de la temperatura del Ártico, probablemente hace 30 años un anticiclón no habría producido un aumento térmico tan importante en las temperaturas, pero el calentamiento de esta zona septentrional del planeta juega un papel clave en este récord térmico de Siberia. Debemos añadir que los incendios que han quemado más de un millón de hectáreas este verano de 2019 en Siberia han inyectado mucho dióxido de carbono, CO2, a la atmósfera, por lo tanto, probablemente incrementarán la concentración de este gas, uno de los gases más importantes del efecto de gas invernadero. También la fusión del permafrost en las zonas árticas libera otro gas invernadero, el metano, CH4, que a pesar de tener una concentración de menos que el CO2 en la atmósfera, su forzamiento térmico es 14 veces más fuerte que el dióxido de carbono , esto significa que su efecto en el calentamiento de la Tierra es más importante que el CO2.