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La muerte es absoluta; las cifras del COVID, relativas

La muerte es absoluta; las cifras del COVID, relativas

Fernando Simón abrió en su habitual rueda de prensa del pasado lunes el delicado melón de las comparaciones de mortalidad por COVID-19 entre países. Preguntado por el elevado aumento de los casos en la India –que lleva varios días superando los 300.000 diarios–, el portavoz sanitario del Gobierno razonó que este dato “hay que ponerlo en su contexto: 300.000 casos en un país con 1.400 millones de habitantes es proporcionalmente menos que los 30.000 casos que está notificando Argentina, por ejemplo”. Aunque no parezca muy oportuno relativizar la dramática situación en el país asiático, donde faltan camas y oxígeno y se cree que la cifra de fallecidos puede ser mucho mayor que la reportada oficialmente, el matiz introducido por el epidemiólogo responde a la realidad. Sin embargo, se le puede reprochar que no lo introdujera antes respecto a España y países como Estados Unidos, primero, y Brasil, después.

España tuvo el dudoso honor de liderar prácticamente la tabla mundial de mortalidad del 4 al 13 de abril de 2020, cuando superó a Italia en muertos por millón de habitantes y solo la pequeña San Marino (33.800 habitantes) estaba por encima. Permaneció en los 5 primeros puestos –junto a Bélgica, Perú, Andorra y la citada San Marino– hasta el 24 de septiembre.

Según las cifras recopiladas por la web de la Universidad de Oxford Our World In Data, la mortalidad por COVID-19 por millón de Estados Unidos, considerado epicentro de la pandemia durante meses, no superó a la de España hasta el pasado 7 de enero, cuando registró 1.123 muertos por millón por 1.105 de España. Por entonces le quedaban a Donald Trump, presidente considerado negacionista y nefasto en la gestión de la epidemia, solo 13 días en la Casa Blanca.

La comparación es todavía más odiosa con Brasil, que hasta la reciente irrupción del tsunami indio ha sido el epicentro mundial de la pandemia, con un récord mundial de fallecidos diarios de 4.195 el 6 de abril. El gigante sudamericano superó a España el 9 de abril, hace 19 días, cuando registró 1.640 muertos por millón por 1.632 de nuestro país.

Y todo esto contando con las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad, que como ha informado FARO en varias ocasiones están lejos de la suma de los totales de las comunidades autónomas, que arroja una cifra cercana a 100.000 muertos.

Volviendo a la comparación establecida por Fernando Simón, la mortalidad por millón de habitantes de la India –cuya población estimada es de 1.366 millones– es actualmente de 143, un índice similar al de Noruega, uno de los países del continente que mejor ha contenido la epidemia, con 135 fallecidos por millón de habitantes. Argentina, el país comparado con India por Fernando Simón, registra 1.373.

Y es que la vieja Europa no puede estar orgullosa de sus cifras de mortalidad. El top ten de esta trágica lista lo copan países europeos. El primero es Hungría con 2.774 muertos por millón, seguido de República Checa (2.708), San Marino (2.651), Bosnia y Herzegovina (2.545), Montenegro (2.345), Bulgaria (2.317), Macedonia del Norte (2.262), Eslovaquia (2.112), Bélgica (2.076) y Eslovenia (2.027). Llama la atención la abundancia de países del este de Europa, casi ausentes de las noticias, en los primeros puestos del ranking.

Más abajo, el undécimo puesto lo ocupa actualmente Italia (1.977), seguido de Reino Unido (1.880), Brasil (1.843), Perú (1.820), Estados Unidos (1.730), Polonia (1.729), 17 Croacia (1.681), México (1.668), 19 Portugal (1.663) y España (1.662). Llama la atención que un país que salió tan airoso de la primera ola, como nuestro vecino Portugal, superase ayer mismo a España en mortalidad por millón de habitantes. Algo parecido ha ocurrido con la República Checa, que a principios de noviembre no estaba ni entre los 25 primeros países de esta fatídica lista, y que ahora ocupa el segundo lugar.

En la Unión Europea, la media es de 1.527 fallecidos, mientras que en toda Europa, incluyendo países no pertenecientes a la UE, es de 1.340.

Francia registra 1.517 muertos por millón, y hay pocos países que bajen de mil en este índice. Es el caso de Irlanda (987), Alemania (978), Grecia (967), Serbia (935) y Albania (826). Rusia registra 731. Mención aparte merece la insular Islandia, con 84.

Muchos ponen como ejemplo de buena gestión de la epidemia, por su escaso nivel de restricciones, a Suecia, pero este país pierde por goleada contra sus vecinos escandinavos: presenta 1.378 fallecidos por millón frente a los 427 de Dinamarca, los 163 de Finlandia y los 135 de Noruega.

Las cifras de mortalidad por millón de habitantes de los países con estrategia “Zero COVID” producen sana envidia. Estas naciones mantienen la incidencia en valores mínimos y se anticipan al virus con testeos masivos, rastreos exhaustivos –difíciles cuando la incidencia es mayor–, estricto control de fronteras y cierres rápidos y breves. Todo ello les permite mantener abierta la economía y vivir prácticamente en la normalidad anterior a la pandemia. Es el caso de Japón (78 muertos por millón), Corea del Sur y Australia (ambos con 35), Nueva Zelanda (5), Singapur (5), China (3), Tailandia (2.1), Taiwán (0.5) y Vietnam (0.3).

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