Durante los últimos meses se ha popularizado una nueva droga: el oxido nitroso. Acceder a esta sustancia es realmente fácil para los consumidores ya que se puede comprar por Internet al utilizarse para montar la nata pastelera porque el gas actúa sobre la crema líquida y le da consistencia.

No obstante, y pese a que el teoría su uso debería limitarse al ámbito de la repostería, cuando tratas de acceder a los portales web para comprarlo, debes confirmar que eres mayor de 18 años.

Y es que el uso de este gas como droga está muy extendido. Los consumidores inflan globos con el sifón que contiene el óxido nitroso y lo inhalan. Una vez el gas llega al cerebro provoca una sensación de evasión y euforia, acompañada de la pérdida del control motor y risa.

Según explican algunos expertos, esta droga por sí sola no es mortal, pese a que sí que provoca daños cuando su consumo es persistente como psicosis, depresión, pérdida de memoria, espasmos, entumecimiento, zumbidos en los oídos...

Sin embargo, los jóvenes no consumen esta droga de manera aislada, sino que la combinan con otras como el alcohol o la marihuana, o incluso drogas de diseño como el éxtasis y la cocaína. Esto potencia el riesgo de muerte por la combinación de diferentes drogas que puede derivar en sobredosis o por actuar de manera inconsciente por la euforia que provoca.

Por ejemplo, el verano pasado se dio el caso de una adolescente que aspiró óxido nitroso y lo combinó con alcohol. El 'subidón' hizo que saltara de un coche y se tirara de un puente. Por suerte, el accidente provocó que se rompiera las piernas, pero la joven continúa con vida.

Además, el óxido nitroso también tiene efectos negativos a corto plazo porque puede dañar la nariz, los labios y la garganta debido a que está por debajo de la temperatura de congelación, y estas partes del cuerpo pueden congelarse con la inhalación del gas.

Este aumento de la popularidad del 'gas de la risa' entre los más jóvenes ha hecho que muchos países vecinos se planteen la prohibición de esta sustancia entre los que se encuentran Francia, Reino Unido y Holanda. Los expertos esperan que España continúe por esa misma vía de ilegalización ya que en la actualidad la legislación tan solo prohíbe su venta a turistas.