El Cervantes (que reúne en Asturias a sus directores) quiere impulsar el español como "lengua de la ciencia y la tecnología"

El futuro del español pasa porque sea la "lengua de la ciencia y la tecnología". Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, transmitió los retos para el futuro de la institución, tras un exhaustivo análisis de la situación del castellano y de la labor de la entidad durante la apertura de la reunión anual del Instituto Cervantes, que este año tiene lugar en Asturias. Un encuentro que cuenta con la participación de cerca de 80 directivos de todo el mundo.

La inauguración del encuentro se celebró en Gijón, en el teatro de la Laboral, con García Montero marcando también los objetivos claros para el periodo 2024-2026: "Hay que lograr una posición más relevante en la diplomacia cultural española, fortalecer la red de centros, mejorar la oferta de productos y servicios de promoción del español y reforzar la institución mejorando su estructura organizativa y de recursos humanos".

El director del Instituto Cervantes marcó ese objetivo de ser un idioma de referencia en la ciencia y tecnología, justificando que el español es la tercera lengua con más hablantes del mundo, por detrá del inglés y el chino. Esa importancia de asentar el español lo justificó ante la previsión de un descenso de la demografía en las comunidaes hispanohablantes. Valoró como una oportunidad el hecho de que se ha conseguido "romper la parálisis de más de diez años sin apertura de centros, desde que se habían abierto en 2006 los de Sindey, Nueva Delhi y Cracovia". El Cervantes ha pasado de tener persencia en 86 ciudades de 45 países, a llegar a 100 ciudades de 50 países, tras las últimas aperturas en Dakar, Los Ángeles y Seúl.

García Montero reivindicó la importancia de una institución que ha sufrido recortes de personal, desde los 1.126 trabajadores que contaba en 2009 hasta los 937 en 2019. "Ahora hemos ido revertiendo carencias y cubierto plazas, porque llegamos a estar en centros sin jefes de estudios, administradores o bibliotecarios", subrayó, dentro de un mensaje para pedir más recursos para la institución. "En 2018 la aportación del estado fue de 66 millones, por los 90 que hubo una década antes. Ahora hemos crecido y recibimos el último año 81, que aún está lejos, porque nuestro presupuesto es de 143 millones, con lo que nos autofinanciamos por encima del 40 por ciento con nuestros ingresos por actividades", desgranó.

También señaló que en este último curso incrementaron un 67% las actividades, superando las 7.300, con unos 5.000 participantes, de los que el 47% fueron mujeres, lo que supone un crecimiento de un 13 por ciento en un año y de un 110 por ciento respecto al año 2019, el último antes de la pandemia. García Montero indicó además que apuesta por la transformación digital, con proyectos ejecutados por más de 20 millones de euros, "que afectan a todos los ámbitos, como metodología de enseñanza, difusión de conocimiento o comunicación externa". Y en esa línea se manifestó sobre otra línea de progreso como es la Inteligencia Artificial. "Me das más miedo la inteligencia humana que la artificial. No hay que olvidar que es la mente humana la que programa la Inteligencia Artificial y que se puede inventar desde algo bueno a un campo de exterminio", recalcó.

La reunión anual del Instituto Cervantes continúa hoy en Avilés, en el Centro Niemeyer, donde se celebrará un encuentro con la Reina Letizia por la mañana, mientras que por la tarde se llevará a cabo el depósito del legado de Víctor Manuel en la Caja de las Letras. Los actos se cerrarán el miércoles en Oviedo, en el salón de actos y el aula magna de la Ia Universidad.

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