Alerta alimentaria por unas fresas de Marruecos contaminadas con hepatitis A

AVA-Asaja ha lanzado la alerta tras un aviso del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos

Alerta alimentaria por una partida de fresas de Marruecos infectadas con baterias de hepatitis A.

Alerta alimentaria por una partida de fresas de Marruecos infectadas con baterias de hepatitis A. / L-EMV

Una alerta sanitaria desencadenada por una partida de fresas provenientes de Marruecos ha generado una gran preocupación debido a la detección de microorganismos patógenos del virus de la hepatitis A. Según el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), estas fresas, importadas a finales de febrero, superan el nivel máximo permitido de este virus, lo que constituye un riesgo grave para la salud pública.

La situación ha llevado a AVA-Asaja a solicitar medidas urgentes al Ministerio de Agricultura para esclarecer la situación y evitar posibles incidentes. Al parecer la partida infectada de fresas provenientes de Marruecos se contaminaron tras ser regadas las plantas con aguas fecales.

AVA-Asaja ha instado a que se realicen inspecciones exhaustivas a todas las fresas provenientes de Marruecos y que se amplíen los controles a otras frutas y hortalizas llegadas de terceros países.

La organización también ha informado de la situación a las principales asociaciones de consumidores, así como al Colegio Oficial de Médicos de Valencia sobre el riesgo que representa esta situación para la salud humana. Además, ha remitido la demanda a Asaja Bruselas para abordar el problema a nivel de toda la Unión Europea.

Fresas: una partida importada de Marruecos desata una alerta alimentaria al estar infectadas con bacterias de la hepatitis A.

Fresas: una partida importada de Marruecos desata una alerta alimentaria al estar infectadas con bacterias de la hepatitis A. / L-EMV

Qué es la hepatitis A

La hepatitis A es una enfermedad hepática causada por el virus VHA, transmitido principalmente a través del consumo de alimentos o agua contaminados por heces infectadas. Los síntomas incluyen fiebre, malestar, pérdida de apetito, náuseas y coloración amarillenta de la piel.

Aunque la mayoría de las personas se recuperan en un período de tres a seis meses sin daño permanente, existe el riesgo de reinfección, especialmente entre adultos mayores y aquellos con enfermedad hepática crónica.